Los hombres también lloran
No exteriorizar o comunicar asertivamente lo que sienten provoca ansiedad y problemas con las relaciones interpersonales.
Que sean rudos, valientes, capaces de todo, deportistas y hasta con buen estatus socioeconómico son algunas de las características básicas de lo que la sociedad entiende respecto a “ser hombre”. Y es que quienes pertenecen al mal llamado sexo fuerte además de tener una larga lista de exigencias que cumplir también poseen un sinnúmero de prohibiciones relacionadas a mostrar alguna mínima señal de vulnerabilidad.
Hablar de sus sentimientos, estar abrumado, tener miedo o inseguridad son emociones que desde pequeños han sido obligados a reprimir y que contrario a lo inofensivo que en su momento pudiera parecer, trae consecuencias negativas en la adultez.
“A la mayoría de los hombres les cuesta más expresar sus emociones y esto tiene que ver con una creencia y un mal concepto sobre el tema de la vulnerabilidad”, señala Ariadna Chiriboga, psicóloga clínica y máster en psicoterapia integradora.
Comentarios como “solo las niñas lloran” escuchados a temprana edad lanzan dos mensajes. El primero que deben ocultar lo que sienten y el segundo que cualquier cosa relacionada a lo femenino está mal y por lo tanto se lo debe evitar.
“Llorar es la expresión emocional de la tristeza. Pero si nos dicen que no lo hagamos, porque los hombres no lo hacen, ya estamos aprendiendo que mostrarse vulnerables no está bien y es una señal de debilidad”, explica Chiriboga.
Este hecho, según la especialista, hace que los hombres tengan más dificultades de resolver conflictos de manera pacífica, no pidan ayuda y presenten cuadros de estrés.
De acuerdo con datos de la OMS, estos podrían ser los motivos por los que los hombres tienen una tasa de suicidio tres veces más alta frente a las mujeres y por lo que hay que prestar atención a temas como la inteligencia emocional y la comunicación asertiva.
El poder de la vulnerabilidad y la inteligencia emocional
¿Qué es la vulnerabilidad? Según Chiriboga es aquella cualidad que tiene el ser humano para expresar emociones. “Lo asocian a la debilidad cuando realmente es todo lo contrario, mostrarse vulnerable es ser fuerte emocionalmente hablando”.
Por su parte, la inteligencia emocional parte de un autoconocimiento, “conocer cómo está el interlocutor y cómo está uno mismo e identificar qué reacciones provoca en mí lo que esa persona dice. De esta manera aprende a no tomarse las cosas de forma personal y a poder comunicarse desde lo que siente”.
“Esa es la forma adecuada realmente de comunicarnos cuando estamos hablando de un problema o de una situación emocional que podría empezar algún conflicto. Es decir, es importante comunicarnos pero también la manera en cómo lo hacemos y cómo lo recibe la otra persona”, recalca la profesional.
La psicóloga Melissa Abad expresa que “lo ideal sería que ellos tengan un mejor repertorio emocional y de habilidades sociales, que sepan pedir ayuda y conversar sus problemas cuando se vean aquejados para abordar de manera efectiva y no violenta las cuestiones de su salud emocional y mental en general”.
Aprendiendo a comunicarse
Los seres humanos son capaces de aprender cosas nuevas. Por lo que, nunca es tarde para romper patrones y comunicarse efectivamente. Para ello, Chiriboga aconseja tener presente estos 4 puntos
- Combatir la creencia: los seres humanos son seres emocionales, comprender esto ayuda a eliminar la connotación negativa de la palabra vulnerabilidad.
- Hacer un autoanálisis: identificar las emociones puede ser difícil al principio, por lo que la especialista sugiere llevar un diario de anotaciones. “Es una herramienta para escribir lo que siente, materializarlo y así ser consciente de lo que piensa o hace en su día a día”.
- Acudir a amigos o personas de confianza: pedir ayuda es básico, por lo que contactar a un ser querido que sepa escuchar y aconsejar, es una buena medida para poder desahogarse.
- Considerar ir a terapia: con ayuda psicológica se logra aprender a gestionar mejor las emociones.
Consecuencias de no comunicar lo que se siente
Cada vez más hombres acuden a terapia por problemas de ansiedad derivados del mal manejo de las emociones. Así lo sostiene la psicóloga Melissa Abad, quien además añade que si la persona ha crecido observando que la manera de resolver conflictos es enojándose o gritando, repetirá este patrón de agresividad.
“Los varones funcionan como una olla a presión que estalla violentamente cuando hay situaciones detonantes de todos los sentimientos que no han podido ser comunicados. En este sentido, se los considera como castrados e incapacitados emocionalmente. En definitiva, esta incapacidad emocional masculina opera como causa de una serie de actitudes violentas”, enfatiza la psicóloga.
Además, otras consecuencias que no deben ser minimizadas son:
- Represión emocional: falta de capacidad para reconocer sus propios sentimientos y por lo tanto manejarlos.
- Violencia: expresarse a través de gritos, insultos o incluso agresiones físicas
- Cuadros de ansiedad: pensamientos negativos recurrentes, dificultad para concentrarse y respirar, dolores de cabeza, sudoración y taquicardia.