¿A qué hora cenar para evitar subir de peso? Un estudio lo revela
Cenar temprano tiene múltiples de beneficios, mientras que retrasar la cena puede ser desfavorable si se busca bajar de peso
Investigadores de la Universidad de Harvard han identificado que el horario de la cena influye directamente en procesos clave como la digestión, la calidad del sueño y el control del peso corporal. Según sus hallazgos, los expertos recomiendan cenar entre las 17:00 y las 19:00 horas, un período que coincide mejor con el ritmo circadiano del cuerpo.
¿Es malo comer rápido? Impactos negativos en tu salud
Leer másCenar en este intervalo no solo favorece la quema de más calorías durante las horas posteriores, sino que también mejora la calidad del sueño. Esto se debe a que el cuerpo, al alinearse con su reloj biológico natural, optimiza funciones esenciales como el metabolismo, la digestión eficiente y la regulación de hormonas relacionadas con el apetito y la energía.
En contraste, cenar más tarde puede tener consecuencias negativas. Estudios muestran que retrasar la última comida del día incrementa el apetito, altera los niveles hormonales (como la leptina y la grelina, que regulan el hambre) y reduce el gasto energético diario. Además, el almacenamiento de grasa aumenta, dificultando el control del peso.
"Descubrimos que retrasar una comida cuatro horas puede provocar un incremento significativo en la sensación de hambre, una disminución en la quema de calorías después de comer y un aumento en el almacenamiento de grasa corporal", explicó Nina Vujovic, autora principal del estudio. Estos resultados subrayan la importancia de cenar temprano como una estrategia efectiva para mejorar la salud metabólica y prevenir problemas relacionados con el peso y el sueño.
¿Qué es el ritmo circadiano?
Es el reloj biológico interno que regula las funciones físicas, mentales y conductuales del cuerpo en ciclos de 24 horas, aproximadamente. Este ritmo está influenciado principalmente por la luz y la oscuridad en el entorno, lo que ayuda al cuerpo a sincronizarse con el día y la noche.
Cuando el ritmo circadiano está desajustado, como ocurre con el jet lag, el trabajo nocturno o los hábitos irregulares de sueño y alimentación, puede causar problemas como insomnio, fatiga, aumento de peso y trastornos metabólicos.
Algunas funciones esenciales reguladas por el ritmo circadiano incluyen:
- El sueño: Indica cuándo es momento de dormir o despertar.
- El metabolismo: Regula la digestión y el gasto energético a lo largo del día.
- La liberación de hormonas: Controla la secreción de hormonas como el cortisol (estrés) y la melatonina (sueño).
- La temperatura corporal: Fluctúa a lo largo del día para mantener la homeostasis.
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