El impacto del contacto físico en la salud: beneficios y efectividad según estudio

El contacto físico con otras personas tiene un impacto significativo en el bienestar psíquico y la salud general. El sentido del tacto, el primero en desarrollarse en los recién nacidos, nos mantiene en contacto constante con la realidad. Investigaciones previas han demostrado que el tacto directo contribuye positivamente a la salud física y mental, aunque a menudo sin considerar variables como el tipo de contacto o el receptor.

No recibir contacto enferma

Uno de los estudiosos modernos fue el del antropólogo Ashley Montagu. En su obra 'El tacto ', cuenta una anécdota ocurrida en el Sacro Imperio Romano Germánico bajo Federico II, durante el siglo XII. El emperador tenía especial interés por saber qué idioma hablarían los niños si nadie les enseñaba el lenguaje durante la infancia. Los pequeños fueron a una institución donde se les dio alimentación, pero ningún tipo de afecto, incluso nadie les dirigía la palabra. Los niños terminaron muriendo.

La psiquiatra y escritora española Marian Rojas, afirma que tocar es una manera de liberar oxitocina. Según Paul J. Zak, economista estadounidense fundador de la disciplina neuroeconomía, campo interdisciplinario que busca explicar la toma de decisiones humanas, hay que abrazar 8 veces al día. Por eso y más, los expertos coinciden en que abrazar libera tensiones del cuerpo, relaja los músculos, estimula la oxigenación del organismo, reduce la sensación de soledad e incrementa el bienestar general.

Nuevo estudio habla sobre los beneficios notables del contacto físico

A comienzo de año, la revista Nature Human Behaviour publicó una revisión sistemática y un metaanálisis de 212 estudios con 12,966 participantes, liderados por Julian Packheiser, neurocientífico de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania). Este estudio analiza las ventajas del contacto físico, descubriendo beneficios notables para la salud en adultos, ya sea con otros seres humanos u objetos como robots o almohadas para abrazar.

Packheiser destaca la importancia de este estudio al señalar que las intervenciones táctiles pueden ser herramientas poderosas para mejorar el bienestar general. Sin embargo, aclara que es necesario entender los factores que moderan su efectividad. La investigación mostró que el contacto físico, ya sea mediante abrazos, caricias o masajes, ofrece beneficios similares para la salud física, siendo ligeramente más efectivo en la salud mental cuando se realiza entre humanos. Este hallazgo es particularmente relevante para personas que experimentan soledad o enfermedad.

¿El contacto físico sana?

La frecuencia del contacto físico también juega un papel crucial; las intervenciones más frecuentes resultaron en mayores beneficios. Tanto las poblaciones clínicas como las sanas experimentaron mejoras en la salud mental. Los beneficios del contacto físico fueron consistentes en diferentes culturas, grupos de edad y géneros. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas entre tipos de contacto, como masajes o abrazos. La duración de la caricia no fue tan importante como su frecuencia; un masaje frecuente, aunque breve, fue tan efectivo como uno más largo.

Además, el estudio reveló que el contacto físico es más beneficioso cuando es consentido, y que tocar la cabeza (como la cara o el cuero cabelludo) puede tener efectos más positivos que tocar otras partes del cuerpo. El contacto unidireccional también mostró mayores beneficios en comparación con el bidireccional.

El consentimiento es crucial para que el contacto físico tenga efectos positivos en la reducción de dolor, ansiedad y depresión. Packheiser sugiere que las caricias y abrazos podrían integrarse en contextos terapéuticos para complementar tratamientos existentes, como el uso de mantas con peso o robots sociales. La meta es que estos hallazgos influyan en políticas futuras que promuevan el contacto físico en entornos terapéuticos.

Hay planes a futuro

Para los próximos estudios, los autores recomiendan realizar ensayos controlados a gran escala para validar estos resultados y explorar la eficacia de diferentes tipos de intervenciones táctiles en diversas culturas. Aunque el estudio demostró que el contacto robótico es menos efectivo que el humano en términos de salud mental, aún no se comprenden bien los mecanismos detrás de estos hallazgos. Estos aspectos son cruciales para profundizar en el entendimiento de cómo el contacto físico afecta nuestra salud y bienestar.

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