Cuando el corazón se enfurece: El impacto de la ira en la salud cardiovascular
Parece que mantener la calma es más importante para tu salud cardiovascular de lo que pensábamos
Los científicos han estado investigando y han descubierto algo sorprendente: la ira no es como otras emociones negativas, como la tristeza o la ansiedad, cuando se trata de su impacto en nuestra salud vascular, es decir, en nuestras arterias y todo el sistema de circulación. ¿Qué significa esto? Bueno, que si te vuelves loco de ira de vez en cuando, tus arterias pueden no estar muy contentas al respecto.
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Leer másEsto no significa que una rabieta ocasional vaya a enviar automáticamente tu corazón al abismo. Pero los científicos están diciendo que si te la pasas enojado todo el tiempo, podrías estar preparando el escenario para problemas cardíacos más adelante en la vida.
La forma en que manejas tu enojo puede marcar la diferencia para tu corazón. Sin embargo, "Si tienes una reacción destructiva al enojo, es más probable que sufras ataques cardíacos", dice el cardiólogo Dave Montgomery del Hospital Piedmont en Atlanta, Estados Unidos.
Los detalles de esta investigación se publicaron recientemente en el Journal of the American Heart Association, de Estados Unidos. En este el Dr. Daichi Shimbo, que es un cardiólogo y profesor en la Universidad de Columbia, dice que encontraron algo interesante: la ira parece tener un efecto particularmente malo en nuestras arterias. La llama "cardiotóxica". Básicamente, dice que algo en la ira puede estar dañando nuestras arterias, lo cual no suena nada bien.
Reunieron a un grupo de voluntarios y les pidieron que recordaran momentos de enojo, ansiedad, tristeza o simplemente una situación neutra. Luego, midieron cómo respondían sus vasos sanguíneos y la salud de las células que los recubren. ¡Sorpresa! Descubrieron que cuando te enojas, tus vasos sanguíneos se estrechan y eso no es bueno para tu corazón.
Lo más interesante es que este efecto negativo de la ira persistía durante un buen rato después de que la persona se calmara. Esto nos hace pensar que no deberíamos tomar a la ligera lo de enojarnos. Así que la próxima vez que sientas que estás a punto de explotar, piénsalo dos veces. Tu corazón te lo agradecerá.
¿Por qué algunas personas se enojan más fácilmente que otras?
Según el Dr. Jerry Deffenbacher, un psicólogo especializado en manejo de la ira de APA, algunas personas son naturalmente más "explosivas" que otras; se enojan más fácilmente y con más intensidad que la persona promedio. También hay quienes no muestran su enojo de manera espectacular, pero son crónicamente irritables y gruñones. Estas personas pueden no siempre reaccionar con gritos y lanzando cosas; a veces se retiran socialmente, se enojan, o se enferman físicamente.
Las personas que se enojan fácilmente generalmente tienen lo que algunos psicólogos llaman una baja tolerancia a la frustración, lo que significa simplemente que sienten que no deberían verse sometidas a la frustración, inconveniencia o molestia. No pueden tomar las cosas con calma, y se enojan especialmente si la situación les parece injusta: por ejemplo, ser corregido por un error menor. Muchos factores pueden contribuir a esta tendencia, desde causas genéticas o fisiológicas hasta influencias socioculturales y antecedentes familiares caóticos y poco comunicativos.
Estrategias para controlar la ira
- Relajación: Se sugiere utilizar herramientas simples de relajación, como respiración profunda e imágenes relajantes, para calmar los sentimientos de ira. Recomienda aprender técnicas de relajación a través de libros o cursos, practicar ejercicios de yoga suaves y utilizar técnicas de visualización de experiencias relajantes. Es importante practicar estas técnicas diariamente para poder utilizarlas automáticamente en situaciones tensas.
- Reestructuración cognitiva: Consiste en cambiar la forma de pensar. Se menciona que las personas enojadas tienden a tener pensamientos exagerados y dramáticos, por lo que se sugiere reemplazar estos pensamientos con otros más racionales. Es importante evitar el uso de palabras como "nunca" o "siempre", y en su lugar expresar deseos en lugar de demandas. Además, se anima a utilizar la lógica para mantener una perspectiva equilibrada.
- Resolución de problemas: Reconoce que la ira puede ser una respuesta natural a problemas reales e inevitables. Se sugiere enfocarse en cómo enfrentar el problema en lugar de obsesionarse con encontrar una solución inmediata. Hacer un plan y revisar el progreso puede ayudar a mantener la paciencia y evitar pensamientos extremos.
- Mejor comunicación: Se aconseja no responder impulsivamente durante discusiones acaloradas, sino tomarse el tiempo para reflexionar antes de responder. Escuchar atentamente lo que la otra persona está diciendo y tratar de comprender lo que subyace a su enojo puede evitar que la situación se salga de control.
- Uso del humor: El humor puede ayudar a desactivar la ira al proporcionar una perspectiva más equilibrada y divertida de la situación. Se sugiere usar el humor para enfrentar los problemas de manera constructiva y evitar la expresión de ira de forma sarcástica o agresiva.
- Cambio de entorno: Reconoce que a veces el entorno inmediato puede causar irritación y enojo. Se sugiere tomarse un descanso y programar tiempo personal para manejar el estrés. Además, se mencionan consejos como cambiar los horarios de discusión con la pareja, evitar situaciones que generen enojo y buscar alternativas para situaciones estresantes, como cambiar la ruta del trabajo.
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