‘Inferno’ aterriza en Quito
La afamada obra teatral del dramaturgo argentino Rafael Spregelburd se presentará en el Teatro Nacional Sucre
Después de una fuerte resaca durante un viaje a Santiago de Chile, Felipe, un periodista de columnas de turismo, despierta muy confundido. Dos catequistas empecinadas lo sacan de la cama para traerle urgentes novedades: el Vaticano ha abolido el infierno.
Ahora que el sitio específico para la condena de las almas pecadoras no existe más como un lugar, ‘infierno’ pasa a ser solo una palabra o una metáfora. Al menos, así lo parecería, pero resulta que el infierno está en todas partes: está en el lenguaje. La única forma de escapar de él es con siete llaves. Hay que aprender las siete virtudes que nos libran de él: fe, esperanza, caridad, templanza, justicia, prudencia y fortaleza.
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Esta es la trama de ‘Inferno’, afamada obra del director, dramaturgo y actor argentino, Rafael Spregelburd, que se presentará el próximo miércoles 20 de diciembre en el Teatro Nacional Sucre.
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Leer másLa obra fue comisionada al dramaturgo en 2016, con el fin de celebrar los 500 años de El Bosco. Esta, explica el artista, es una fábula moral dentro de otra, que es a su vez el plagio de un escritor vanidoso que copió un argumento de un suplemento literario, y todos los personajes (el borracho, el autor, su abogada, sus críticos, sus víctimas, sus personajes secundarios, sus ángeles y sus torturadores) deberán pagar las consecuencias.
En la capital, la única función de la pieza teatral se exhibirá ese día a las 19:30. El ingreso tiene un costo de $ 15 y $ 20, según la localidad.
- Una fábula moral sin moraleja
Un fan declarado de El Bosco, Spregelburd pasó más de una década escribiendo siete piezas teatrales inspiradas en cada una de las escenas centrales de la famosa ‘Tabla de los pecados capitales’. Cuando ‘Inferno’ le fue comisionada desde Austria, este decidió referirse al infierno, pero desde la experiencia cotidiana.
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Leer más“Soy ateo a rabiar y la verdad es que no tenía ganas de escribir sobre temas teologales. Pero me interesó escribir sobre un infierno propio, local, absolutamente sociohistórico, compartido, que es el infierno (que causó en Argentina) de la dictadura”, ha dicho este.
Describe a la obra como ‘una fábula moral sin moraleja’, pues conforme la comedia avanza sobre las tablas, el protagonista, Felipe, nota que parece imposible ejercitar las siete virtudes a la vez porque son descentradas e incompatibles, están mal definidas y el daño llama inexorablemente al daño.
“La culpa, la expiación y el perdón son temas morales. Pero como creo que el teatro no es una buena herramienta para afirmar nada, esta obra pone los puntos de vista más encontrados sobre un mismo tema y unos personajes que son el eje de ideologías diversas”, ha dicho.
- Acoger las artes escénicas
“Cuando llegué al teatro, hubo la posibilidad de montar una obra en gran formato, y tuvimos la suerte de concretar con Rafael Spregelburd de traer ‘Inferno’. Estamos hablando de un director, actor, traductor y dramaturgo que es un referente del teatro latinoamericano contemporáneo, y que quizá es el dramaturgo vivo más importante de la región”, reflexiona Gabriela Ponce, la nueva directora artística de la Fundación Teatro Nacional Sucre (FTNS).
Para ella, la obra, que cierra el año de trabajo en el teatro, es el inicio de un proceso que espera concretar en 2024 con respecto a la implementación de un mayor índice de piezas de artes escénicas en los teatros de la fundación. “Esta es una obra de una enorme complejidad, y justo esa es la expectativa, que podamos empezar a atender a un público que requiere de experiencias nuevas que posicionen a las artes escénicas de una manera más contemporánea”, señala.
- Perfil
Gabriela Ponce asumió la dirección artística de la Fundación Teatro Nacional Sucre a fines de octubre. Es escritora, dramaturga, directora de teatro y profesora de Artes Escénicas.
Como directora escénica, dramaturga y productora de teatro, ha realizado las obras: ‘Me.de.as, aproximaciones a la maternidad’, ‘Lo que hacemos cuando no hacemos teatro’, ‘12 dispositivos para la escena virtual’, y más, por lo que ampliar la oferta teatral de los distintos escenarios que tiene la fundación es una prioridad en su gestión.
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“Para mí es un desafío, porque la fundación maneja cuatro espacios superimportantes para la circulación de las artes en la ciudad... Por un lado, debo apuntalar las cosas que marchan bien, que son varias, pero también hay que fortalecer y potenciar un festival de teatro que no se ha podido posicionar. Me interesa muchísimo dar gran cabida a las artes escénicas, que no ha podido consolidarse del todo”, establece. Para ello, enfatiza, se revisará cómo funcionan los mecanismos de programación de cada espacio, y se le dará cabida a las distintas manifestaciones del teatro que al momento se desarrollan en la capital.
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