¿Eres intolerante a la histamina? síntomas y soluciones
Descubre más sobre la efectividad y complejidad en el manejo de la intolerancia a la histamina
La intolerancia a la histamina, también conocida como histaminosis enteral o sensibilidad a la histamina dietética, es un trastorno del metabolismo alimentario intrigante, que sus primeras investigaciones se dieron en las primeras décadas del siglo XXI.
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A pesar del creciente interés en esta condición en los últimos años, persiste la necesidad de una base científica sólida que contribuya a su definición, diagnóstico y abordaje clínico.
¿Qué es la intolerancia a la histamina?
Es un trastorno relacionado con la incapacidad del cuerpo para metabolizar adecuadamente la histamina, una sustancia química naturalmente presente en ciertos alimentos y liberada en el cuerpo como parte de la respuesta inmunitaria. La histamina desempeña un papel crucial en diversas funciones fisiológicas, como la regulación del sueño, la digestión y la respuesta inflamatoria.
Es una sustancia química responsable de algunas funciones importantes, que incluyen:
- Envía mensajes a tu cerebro
- Desencadena la liberación de ácido del estómago para ayudar a la digestión
- Se libera después de una lesión o reacción alérgica como parte de su respuesta inmune.
Es importante tener en cuenta que la intolerancia a la histamina no es lo mismo que una alergia. Mientras que una alergia involucra una respuesta inmunitaria específica a la histamina, la intolerancia se refiere a una incapacidad del cuerpo para manejar adecuadamente la histamina, lo que lleva a síntomas más generalizados y menos predecibles.
¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la histamina?
La intolerancia a la histamina es un trastorno que puede afectar múltiples sistemas del cuerpo debido a la distribución de receptores que existen en todo el organismo. Según un estudio de 2019, los participantes reportaron un promedio de 11 síntomas, con un 96,8% experimentando más de 3 síntomas, lo que subraya la complejidad y la variedad de sus manifestaciones.
Los síntomas de la intolerancia a la histamina son inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico para los médicos, ya que pueden confundirse con los de otras afecciones. Los síntomas gastrointestinales son los más comunes e incluyen problemas digestivos, dolor abdominal, hinchazón, diarrea, constipación, flatulencia, náuseas y vómitos.
Además de los síntomas gastrointestinales, los afectados pueden experimentar una variedad de reacciones que van desde dolores de cabeza, congestión nasal, fatiga, picazón en la piel, hasta ciclos menstruales irregulares. En casos más graves, la intolerancia a la histamina puede manifestarse con calambres abdominales, hinchazón del tejido, hipertensión, ritmo cardíaco irregular, ansiedad y dificultad para regular la temperatura corporal. Estos síntomas variados y a menudo debilitantes destacan la complejidad de esta condición y la necesidad de un enfoque integral en su manejo y diagnóstico.
¿Qué no se debe consumir cuando eres intolerante a la histamina?
Los beneficios de esta dieta siguen siendo inciertos y requieren más investigación. Mientras que algunas personas pueden encontrar alivio al limitar estos alimentos, puede que no sea efectivo para todos.
Los alimentos altos en histamina incluyen alcohol, bebidas y alimentos fermentados, frutas secas, aguacates, espinacas, carnes procesadas, queso maduro y pescado y mariscos conservados. Además, ciertos alimentos como el alcohol, plátanos, tomates, frijoles, chocolate y frutos secos pueden desencadenar la liberación de histamina en el cuerpo. Bebidas como el alcohol y el té negro también pueden inhibir la producción de DAO, exacerbando los síntomas de la intolerancia a la histamina.
Sin embargo, revisiones sistemáticas recientes desafían la idea de que todos los alimentos tradicionalmente etiquetados como altos en histamina desencadenen respuestas histamínicas de manera universal. Las frutas cítricas y el pescado, por ejemplo, se encontraron bajos en histamina en algunos estudios. Esto subraya la complejidad de la intolerancia a la histamina y la variabilidad de las respuestas individuales a diferentes alimentos.
Para aquellos con intolerancia a la histamina, incorporar alimentos como carne y pescado frescos, frutas no cítricas, huevos, granos sin gluten, sustitutos lácteos como leche de coco y almendra, verduras frescas excluyendo tomates, aguacates, espinacas y berenjenas, y aceites de cocina como el aceite de oliva. Es recomendable consultar con un profesional de la salud, como un dietista, antes de realizar cambios dietéticos significativos.
¿Cómo llevar una dieta baja en histamina?
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