Intoxicación, que no cunda el pánico
Si alguien empieza a sentirse mal por algo que ingirió o inhaló, no se desespere, piense con cabeza fría y siga estos procedimientos.
La intoxicación es un problema común que puede presentarse en cualquiera de los miembros de la familia, pero los más chiquitos son los que están más tentados a explorar y probar cosas nuevas o que llaman su atención. Cuando se trata de toxinas y sus peligros, es esencial comprender que la toxicología es el estudio de los efectos de varios productos químicos, incluidos los metales, en los organismos vivos. Por eso es necesario conocer los riesgos que conlleva tener en casa productos altamente nocivos.
Recientemente falleció una familia completa por esta misma razón (intoxicación por gases) en una de las ciudadelas limítrofes de Guayaquil, lo que denota que la sociedad no está exenta de padecer estos accidentes, y lo más grave, que desconoce cómo actuar adecuadamente.
El doctor Jorge Gaibor, especialista en Toxicología del hospital Alcívar, asegura que hay un sinnúmero de productos en el mercado que, erróneamente, son de libre acceso y que son capaces de provocar grandes daños a la salud cuando se está expuesto a ellos por un tiempo prolongado.
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Leer más- Los plaguicidas
Uno de los más comunes (y muchas veces imperceptibles en el medio ambiente) son los plaguicidas. Usados en zonas urbanas y rurales de forma indiscriminada, si se está expuesto a ellos por un largo tiempo pueden provocar incluso la muerte. Igual de peligrosos pueden llegar a ser los fármacos y los cosméticos.
- Medicamentos y metales pesados
El farmacólogo Enrique Terán Cocsa, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), explica que entre los medicamentos que exigen un manejo adecuado, constan las pastillas para la hipertensión, diabetes, ansiolíticos y antidepresivos. “Deben ser utilizados siempre bajo vigilancia y prescripción médica. Por esa razón, una de mis recomendaciones más importantes es eliminar esa costumbre casera de tener el famoso botiquín en la casa”.
Y aunque a muchas personas les impacte esta declaración, el especialista lo justifica así. “El tener fármacos de algún tratamiento sin terminar o una que otra pastillita en caso de necesitarla, ocasiona que sea más fácil la automedicación, lo que pone en peligro la vida de usted y de su familia”.
Otras sustancias que intoxican son los metales pesados (mercurio), alimentos en descomposición o mal tratados, el alcohol y los derivados del petróleo, que generan reacciones como vómitos, diarreas, fiebre, prurito, ronchas, entre otras. SEMANA le da a conocer más detalles sobre este tema y cómo proceder en estos casos.
- ¿Sobra medicina, deséchela?
No acumule fármacos sobrantes que le recetaron sin nombre (porque con el tiempo ya no se lo visibiliza o las medicinas no están en su respectiva caja, o porque simplemente los adquirió con el fin de ‘curar un mal futuro’). Esta forma de actuar solo trae problemas al hogar. Cuando a usted le sobre algún fármaco, lo ideal es desecharlo así: “abrir pastilla por pastilla y botarlas en el tacho o por el inodoro, así no se enferma nadie”, recalca el doctor Terán.
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Leer másLos únicos medicamentos que el profesional recomienda tener en casa o en el botiquín son algunas tabletas o leches que ayuden con la acidez estomacal y algún antiinflamatorio como el ibuprofeno, ya que sus componentes no perjudican la salud si se los ingiere con prudencia.
- ¿Gases? salga del sitio
Al primer indicio de estar en un ambiente contaminado, ya sea por gas butano, nitrógeno, plaguicidas u otros, debe salir inmediatamente de ese lugar. Retírese la indumentaria, ubíquela en una funda y séllela por completo. Dese un baño profuso. Tómese su tiempo, limpie sus ojos con abundante agua.
No sea negligente y busque otro sitio donde quedarse.
De ser posible prolongue su estadía por cinco días antes de volver a su estancia, tiempo adecuado para que el espacio se ventile correctamente.
- Comida en mal estado
Ángela Rodríguez, doctora de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, advierte que la intoxicación por alimentos ocurre más en verano, porque el clima es propicio para que proliferen bacterias. Señala que los dos riesgos más asociados con las carnes son no cocinarlas lo suficiente y la contaminación cruzada. Por eso recomienda mucha precaución con el consumo de huevos, verduras de hojas verdes, mayonesa o salsas, mariscos, embutidos y enlatados en esta temporada calurosa.
- Inducción al vómito
Esta decisión, si se la aplica con el debido cuidado, puede ser favorecedora para su familiar.
- La estimulación al vómito se puede llevar a cabo cuando el intoxicado esté consciente. De no ser así, es muy probable que al provocarle arcadas le suba la bilis, que tape sus conductos respiratorios y le provoque asfixia.
- Cerciórese de que la sustancia ingerida no sea corrosiva, porque puede causarle quemaduras internas, y así en vez de hacerle un bien le va a provocar el doble de lesiones, por beber y devolver esa sustancia.
- Ni la leche, el aceite vegetal ni las margarinas son la solución. Aunque comúnmente se crea que ayudan a neutralizar los efectos dañinos que provocan las toxinas, solo va a terminar vomitando.
- Se puede provocar el vómito en los siguientes casos: ingesta de alimentos, pintura, medicamentos y pesticidas.