Daniel Iza innova con sus platillos.
Daniel Iza innova con sus platillos.Karina Defas

Iza Restaurante: El muy buen comer en Sangolquí

Daniel Iza nos presenta una fusión de la comida local con técnicas variadas. El resultado son platos que evocan recuerdos

Cuando vamos a Sangolquí, es inevitable -casi un desaire- no pasar por un plato de hornado y tortillas, y gozar del agrio. Es parte consustancial de su identidad. No en vano, cuando el equipo de la ciudad, Independiente del Valle, maravillaba al país, en la Copa Libertadores del 2016, saltó una barra que sintetizaba ese sentimiento identitario con la gastronomía local, los platos típicos, la comida tradicional, que nunca vamos a abandonar. Aunque sí es posible, como nos lo muestra el chef Andrés Iza, darle un nuevo sentido, aportar con más técnicas y que la comida sea igualmente sabrosa.

Con los platos que prepara en Iza Restaurante, uno siente la memoria compartida, pero también la posibilidad de encontrarle sabores y texturas. Al menos, la manera cómo trabaja la papa, como si fuera una mil hojas, acompañada por una salsa de ajo, con queso gratinado en un horno para pizzas... Uno entiende que está ante una propuesta interesantísima de este joven que tuvo un camino propio hasta llegar a la gastronomía.

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No deja de ser una historia curiosa la manera cómo Andrés Iza se hizo chef. Le llegó la gran pregunta de la crisis de todo adolescente: ¿qué hacer con nuestras vidas, a qué nos vamos a dedicar? “En lugar de quedarme en un agujero, me dejé llevar y, en algún punto, me decidí por la cocina. Era complicado. Mi familia no estaba de acuerdo. Vengo de una familia de policías y de hecho iba por esa vía. Qué te puedo decir…” Pero llegaron a entenderlo y abrió el restaurante hace dos años en un terreno que tenía la familia durante mucho tiempo.

Su adolescencia fue crucial para otra cosa: educar el paladar. Andrés era de esos niños difíciles para comer. Pero a esa edad tuvo la oportunidad de viajar al exterior “y se me abrió el apetito y mis ojos vieron lo que ofrecían. Si me encerraba, me quedaba en una burbuja y no miraba más allá y en los viajes no queda otra cosa que probar cosas nuevas”.

Afortunadamente tuvo esa experiencia por lo que se puede disfrutar de un muy buen comer en su restaurante que, además, tiene una vista maravillosa, mesas en el jardín y el sonido del río Santa Clara de fondo. Y eso ya es parte del primer placer que ofrece Iza Restaurante, ubicado en la avenida Luis Cordero, en Sangolquí.

Es una cocina de autor. En realidad, lo que nos ofrece Andrés es lo que a ellos les gusta comer y eso es una señal de que será interesante. Y en este caso, se sienten sabores con ese sentido de que estamos en Sangolquí, con toda su memoria. Pero esta requiere de presente y de futuro. Eso es lo que hizo Andrés Iza, en el restaurante al que eligió ponerle su apellido, su proyecto, sus ganas de cocinar y otorgar una felicidad a sus clientes. ¡Y lo consigue!

El chef

Andrés Iza estudió gastronomía en la Universidad de Las Américas. Tuvo una experiencia laboral previa en algunos restaurantes, sobre todo en Boca Valdivia, con Rodrigo Pacheco, y en 3500, con Alejandro Huertas. Allí se dedicó a la elaboración de platos nuevos y con la cerveza, con la que dejó establecida una marca: Levare Cerveza. Abrió Iza Restaurante en el 2022, para ofrecer una cocina de autor y, sobre todo, del buen comer.

Iza Restaurante presenta platillos que evocan recuerdos.
Iza Restaurante presenta platillos que evocan recuerdos.Karina Defas

SERVICIOS 

  • Dirección: Avenida Luis Cordero, en Sangolquí. Se recomienda seguir alguna aplicación. No es difícil llegar.
  • Atención: Miércoles a domingo, de 08:00 a 17:00. Lugar ideal para desayunos.
  • Servicios: Tiene parqueadero y hay lugar en la calle. No usa aplicaciones ni servicio a domicilio. Hay que darle tiempo a la comida.
  • Reservas y eventos: 0979460099
  • Precios: El costillar crocante cuesta 10,75 dólares; el lomo saltado, 12, y el ceviche de pulpo asado, 17,50.
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La paz natural

Una de las cosas más bellas de este restaurante de Sangolquí su hermoso espacio al aire libre. No te encierras a comer, sino que se vive el placer del alimento con un paisaje de árboles y río. Es una invitación al disfrute, un lugar que merece conocerse, ¡y volver!

Costillar crocante

Este plato es la joya de la casa y el paso más allá de la tradición que un cocinero como Andrés busca. El costillar de cerdo tiene una textura del sellado, primero, y del horneado durante ocho horas en caldo de vegetales, después, y que le deja con una terneza impresionante. Se lo fríe en panko, que es un pan rallado japonés y que le da esa consistencia crocante. Del braseado consigue una salsa que, combinado con panela, le da un toque dulce y perfumado al plato. Las papas bravas son la guarnición y una ensalada de col agria lo refresca muy bien.

Ceviche de pulpo asado

Aquí se destaca el espíritu creativo del chef. Es un ceviche tipo manabita. Tiene aguacate, pico de gallo, con los que hace una cama, en las que coloca camarón con especias y el pulpo, que pasaron por el horno pizzero. Lleva una salsa que elabora con aceite que extrae del chorizo; al combinarlo con los cueros reventados le da un matiz de guata. También hay pastel de papa. Y luego la fiesta visual se cierra con el caldo del ceviche, con maní, toques de aceite de albahaca. Y lo puede comer con arroz y chifles. Es una joya.

Lomo saltado

Nadie puede resistirse a un buen lomo salteado, con ese aroma de fuego en carne y verduras, que le da ese matiz de sabores fusionados. Pero lo que hay que destacar en este plato es el tratamiento de la papa. Eso es algo que realmente sorprende y es grato a la vista. Es como una mil hojas al estilo español por su forma rectangular. Los ‘hojaldres’ (en realidad son láminas de papas fritas montadas), se coronan con queso gratinado en un horno de pizza. Le deja la costra exquisita en la papa. Se le añade una mayonesa de ajo, ajonjolí negro y brotes de cilantro. Comida sencilla y rica.

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