¿Cómo lavar un trapeador correctamente y dejarlo como nuevo?
Te presentamos una guía fácil con materiales caseros
Mantener el aseo de nuestros utensilios de limpieza es esencial para garantizar una higiene adecuada en nuestros hogares. Uno de los elementos más utilizados, el trapeador, puede acumular suciedad, bacterias y olores con el tiempo. Aquí te presentamos una guía fácil para lavarlo correctamente usando materiales caseros.
Paso 1: Reúne los materiales necesarios
Para limpiar tu trapeador, necesitarás los siguientes materiales:
- Agua caliente
- Vinagre blanco
- Bicarbonato de sodio
- Jabón líquido (puede ser jabón para platos)
- Un cubo
- Cepillo de cerdas suaves (opcional)
- Guantes de limpieza (opcional)
Paso 2: Preparar la solución de limpieza
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Leer másLlena el cubo: Agrega aproximadamente 4 litros de agua caliente al cubo.
Añade vinagre: Incorpora una taza de vinagre blanco, que ayudará a desinfectar y eliminar olores.
Agrega bicarbonato de sodio: Echa media taza de bicarbonato de sodio, que actúa como un abrasivo suave y eliminará la suciedad más resistente.
Incluye jabón líquido: Añade unas gotas de jabón líquido para platos, que facilitará la eliminación de grasa y suciedad.
Paso 3: Sumergir el trapeador
Coloca el trapeador en la solución de limpieza, asegurándote de que las fibras queden bien empapadas. Permite que el trapeador repose en la mezcla durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a aflojar la suciedad acumulada.
Paso 4: Limpieza y enjuague
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Leer másDespués del tiempo de reposo, utiliza el cepillo de cerdas suaves para frotar las fibras del trapeador. Esto es especialmente útil si hay manchas difíciles. Retira el trapeador de la solución y enjuágalo con agua limpia hasta que el agua salga clara. Asegúrate de eliminar todos los residuos de jabón y suciedad.
Paso 5: Secado adecuado
Escurre el exceso de agua: Antes de dejarlo secar, escurre bien el trapeador para eliminar el exceso de agua. Puedes usar un balde o simplemente darle unos giros con la mano.
Seca al aire: Cuelga el trapeador en un lugar bien ventilado y a la sombra para que se seque completamente. Evita dejarlo en lugares húmedos, ya que esto puede provocar malos olores o moho.
No olvides lavar tu trapeador al menos una vez al mes, o más frecuentemente si lo utilizas en áreas de alto tráfico o en limpieza de derrames. Si deseas un aroma fresco, añade unas gotas de aceite esencial (como lavanda o eucalipto) en la solución de limpieza.
Siguiendo estos simples pasos y utilizando materiales caseros, podrás lavar tu trapeador de manera efectiva, dejándolo como nuevo y listo para su próximo uso. Mantener tus utensilios de limpieza en óptimas condiciones no solo asegura un hogar limpio, sino que también prolonga la vida útil de estos.
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