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La ley del karma
Este es un principio universal de equilibrio en el que las acciones que se realizan tienen una consecuencia semejante.
¿Quién no ha escuchado la frase “qué mal karma”? Este término, utilizado en el budismo y el hinduismo, significa acción, y se refiere a que toda causa tiene su efecto. No tiene que ver con una acción divina, ni se trata de un castigo (como comúnmente se cree), sino que el Karma es una ley universal de causalidad que se aplica a todos los seres que tienen conciencia.
Cada vez que se realiza una acción, ya sea mental, verbal o física, se genera lo que se llama un karma, es decir que con cada pensamiento, palabra y acto hay una intención que causa un efecto, por tanto, el karma es el reflejo de sus acciones.
La deuda kármica no se trata de “sufrir o pagar”, sino más bien de tomar responsabilidad y consciencia de cada acto que realizamos, así como comprender sus consecuencias para aprender la lección y evolucionar.
Tipos de Karma
Positivo. Si su intención es cultivar buenas acciones con los demás, tales como generosidad, amor, compasión (deseo de poner fin al sufrimiento del otro) o empatía (ponerse en el lugar del otro), no solo va a generar un karma positivo, sino también bienestar personal.
Negativo: Si por el contrario se busca perjudicar, herir, criticar, envidiar o engañar, ya sea de pensamiento, palabra o de hecho, toda mala acción genera un karma negativo.
La inacción
Muchas personas crean karma por la no acción. La inactividad produce un karma negativo. Siempre se puede prestar ayuda de alguna manera a un ser que lo necesita. Esto requiere de energía y esfuerzo, por eso la mayoría de las personas prefiere ser indiferente, no pensar en el otro. Es frecuente que la gente se vuelve egoísta e individualista, mire para el otro lado y diga: “Este no es mi problema”, o “qué puedo hacer yo”. Un ejemplo de solidaridad sería, por ejemplo, dar agua a una persona o a un animal que estuviera pasando sed, este simple acto, para alguien con esa necesidad, puede significar mucho.
Los pequeños actos de amor
Son pequeños actos de amor empezar a pensar en el prójimo con empatía y compasión. Acciones simples que todos pueden hacer son, por ejemplo, juntar los envases plásticos en vez de tirarlos a la basura (así se le facilita el trabajo a las personas que trabajan como chamberos en la labor de reciclaje en la calle); recoger la basura de la playa (para que con la marea no regrese al mar y se contamine el océano), no tirar la comida que sobra, sino llevársela para algún animalito o a alguien que la necesite; recomendar los servicios de un trabajador de nuestra confianza para colaborar en que le vaya bien; sembrar árboles que dan oxígeno y sombra a todos.
El campo del karma es simple; como hayas plantado vas a recoger
Consciencia e inconsciencia
Actos inconscientes como matar a un bicho simplemente porque está en su paso, o en su casa, en lugar de tomarse la molestia de sacarlo, muestran poca consideración por la vida. Esto genera un karma negativo, pues aunque pareciera no tener importancia, para ese pequeño ser su vida era todo. Sin embargo, si pisa a ese animalito sin querer, ya no genera un karma, pues la intención hace una gran diferencia.
* Terapeuta y Reiki máster. Instagram: @alejandragomezmayol