London Fashion Week: más intelectual, menos glamuroso
El COVID-19 lo cambió todo, hasta la forma de ver las colecciones de moda. SEMANA le muestra cuál es el nuevo rumbo.
Con seis horas de diferencia entre Ecuador e Inglaterra, el pasado fin de semana los amantes de la moda se dispusieron a presenciar el London Fashion Week desde la comodidad del sofá.
Eran las cuatro de la mañana, pero madrugar no fue impedimento mientras iniciaba la primera versión digital de una de las cuatro grandes capitales del diseño. La pregunta era: ¿podría el perfomance virtual superar al tradicional?
A diferencia de lo que ocurrió en Shanghái, en la capital británica no hubo desfiles en vivo ni ese poder que acaparan siempre los nombres más grandes de esa ciudad como Burberry, Jonathan Anderson y Victoria Beckham. La pausa en la industria que causó el coronavirus motivó su ausencia.
Pero el show debía continuar. Y los nuevos talentos se tomaron el centro de la atención ante una audiencia que los miraba desde diferentes partes del mundo, algunos incluso en pijama.
Neutral en cuanto a género
‘Face mask’: el nuevo accesorio de lujo
Leer másEl British Fashion Council (BFC) ya lo había anunciado: la Semana de la Moda de Primavera-Verano 2020 sería neutral, es decir, se mostrarían las colecciones de mujer y de hombre en la misma edición, y no por separado como solía ser antes de la pandemia.
La forma de presenciarlo era navegando por el sitio web. Se ofrecieron 51 eventos entre combinación de videos, listas de reproducción de música, retrospectivas y enlaces que direccionaban a entrevistas en los lives en Instagram.
Aunque hubo una notoria originalidad en la producción de los fashion films, la fórmula digital carecía de esa expectativa que crece mientras uno está sentado y esperando ver el siguiente outfit en una pasarela, como se vio en la versión de China en el mes de marzo.
Ya no solo se trata de ropa
Los diseñadores emergentes demostraron nuevas formas de plasmar las ideas que dan forma a sus colecciones. En lugar de su sastrería habitual, la diseñadora de vestimenta masculina Bianca Saunders presentó una revista (We are one of the same), que exploró temas de identidad con impresiones que se podían comprar en su sitio web.
Nicholas Daley, finalista del Premio LVMH este año, presentó un cortometraje nostálgico de su desfile de otoño, celebrado en enero, con acompañamiento de los músicos de jazz Kwake Bass, Wu-Lu y Rago Foot.
Y Priya Ahluwalia hizo una exposición de realidad virtual para celebrar el lanzamiento de su nuevo libro de fotografía, Jalebi, que permitió al espectador deambular por una galería y hacer clic en puntos de información.
Lo que se viene
Trajes nupciales: cómodos y coquetos
Leer másParis Fashion Week. La edición de alta costura se desarrollará entre el 6 y el 8 de julio, la de hombres entre el 9 y el 13 y, finalmente, la de mujeres será en septiembre. Estarán ausentes Saint Laurent, Valentino y Giorgio Armani, ellos harán sus propias presentaciones fuera de las fechas establecidas. A su vez, recientemente, Chanel presentó su colección crucero íntegramente digital denominada Paseo por el Mediterráneo. Tuvo inspiración en Capri y, al no poder desarrollar el desfile en esa isla, la firma optó por un montaje escenográfico que contó con imágenes de la top Mica Argañaraz.
Luego es el turno de la Milano Digital Fashion Week, previsto entre el 14 y el 17 de julio y se podrá ver a través de las redes de la Camera Nazionale della Moda Italiana (CNMI), organización que ya comunicó que habrá contenidos audiovisuales, entrevistas y backstage, entre otras propuestas. El dato además es que, 22 años después de presentar colecciones al margen del calendario oficial, Dolce & Gabbana volverá a ser parte de este evento. También están confirmadas Prada, Etro, entre otras, con opción a comprar ropa en línea.
Si bien estas versiones digitales están en fase de prueba, algo quedó claro. Si antes eran solo para grupos VIP, hoy tienen audiencias potenciales más que nunca.
Pude ver la programación de los tres días, y aunque estuvo saturado de información, la ventaja es que se pudieron tocar temas que se hubiesen esquivado de haber sido presencial; y a pesar de que no hubo una parte escénica como la pasarela, el hecho de tener transmisiones con músicos (como lo hizo Mulberry) le dio un plus.
Si bien fue una experiencia diferente, ha resultado fresca, necesaria e innovadora. Creo que de esa nueva modalidad, los conversatorios y los videos dedicados a las tendencias han sido un paso muy importante para volver la mirada al origen, donde el amor por un diseño nace en la inspiración del concepto que no necesita de una pasarela para ser expresada.
Desde la producción, fue menos futurista de lo que se vio en Shanghái. La mayoría de los videos tuvo un toque casero y los más elaborados se centraron en comunicar la situación que estamos atravesando con una estética de calma en música, colores e incluso un mood de nostalgia en los modelos.