¿Mala digestión? Elimínela con yoga
Conozca cómo esta milenaria disciplina puede mejorar su salud intestinal.
El trabajo, el colegio de los niños, el tráfico y ahora hasta la inseguridad del país son temas que nos mantienen preocupados día a día. En medio de este caótico ritmo de vida en el que nadie tiene tiempo de nada, es fácil olvidarnos de nuestra salud, desatendiendo necesidades tan básicas como ir al baño. Esto provoca a futuro problemas digestivos, los cuales pueden ser prevenidos a través de la práctica del yoga.
Esta disciplina hindú busca el equilibrio del bienestar físico y espiritual. Balance que se encuentra desajustado debido al estrés, la mala alimentación, la deshidratación y el sedentarismo.
“Estas posturas físicas nos transmiten calma, relajación y enfoque, ayudando a eliminar el estrés, que es uno de los causantes de los principales problemas estomacales”, explicó John Montalvo, instructor de yoga y especialista en reiki.
El mal del sedentarismo
Luego de estar ocho horas sentados en la oficina o acostados viendo Netflix, no nos debería sorprender que tengamos inconvenientes con gases, estreñimiento, gastritis o intestino irritable.
Para Jamil Chehab, doctor especializado en cirugía digestiva, “la falta de actividad física es uno de los principales factores que afectan y que provocan que no se movilicen los alimentos en nuestro cuerpo con relativa facilidad”.
Un estilo de vida
¿Pero qué tiene que ver la práctica del yoga con nuestro tránsito intestinal? Las distintas posturas que se realizan ayudan a mejorar la circulación sanguínea, incentivan los movimientos estomacales y liberan endorfinas antiestrés.
Por ello, aunque usted sea novato en el tema, compartimos las asanas (posiciones) más fáciles si lo que busca es prevenir enfermedades digestivas.
- Uttanasa o pinza
En posición recta con los pies juntos o ligeramente separados, inhale profundamente y al exhalar lleve su torso hacia delante estirando sus brazos hasta tocar con sus dedos la punta de sus pies. El apoyo del abdomen contra los muslos brinda un masaje en la zona abdominal e incrementa el riego sanguíneo, ayudando al movimiento intestinal.
- Adho Mukha Svanasana o ‘perro mirando abajo’.
Con sus rodillas y manos apoyadas sobre el suelo inhale y al exhalar levante las caderas y estire las piernas, procurando que sus talones toquen el suelo. Luego dirija su mirada hacia su ombligo. Esta pose invertida aumenta el riego sanguíneo hacia la cabeza, activando nuestros sistemas.
- Utthita parsvakonasana o ‘ángulo extendido’.
Lleve su pie izquierdo hacia atrás y apoye el talón en el suelo girándolo en perpendicular. Con su rodilla derecha forme un ángulo de 90 grados, apoyando su antebrazo derecho en ella y estirando el otro brazo hacia arriba en una diagonal. Dirija su mirada hacia su mano extendida. Repita el procedimiento hacia el otro lado. Esta postura comprime suavemente los órganos abdominales y por lo tanto estimula la digestión.