Las manos que crean el monumento a Carlos Rubira Infante

“Es exactamente como recuerdo a mi abuelo, con su bella sonrisa y su mirada de niño”, escribió Jimmy Candell Rubira en Facebook al ver los avances del monumento a Carlos Aurelio Rubira Infante. Hellen Constante, que había subido las primeras gráficas que mostraban cómo la efigie tomaba forma, comenzaba a recibir mensajes que le inyectaban energía para seguir esculpiendo en tiempos en que la pandemia le empezaba a imponer algunas limitaciones.

“Apreciada Hellen, debieron ser guiadas sus manos por los ángeles para lograr el parecido a mi padre en su trabajo”, le comentó Gilda también emocionada al ver las gráficas.

Los seguidores de Constante y de Rubira mostraban su admiración a través de mensajes y stickers ante lo que tenían frente a la pantalla. Decían que era como volver a ver al famoso cantante y compositor guayaquileño de pasillos y pasacalles, que falleció en septiembre de 2018, a los 96 años.

‘El guayaquileño, madera de guerrero’, plasmado en un monumento, viajará a Tungurahua cuando esté listo. Crearán una plaza en su nombre y su bulto estará en el centro acompañado de música. Se trata de un proyecto del Municipio de Ambato para rendir un homenaje al autor de ‘Ambato tierra de flores’.

Fue en enero pasado, cuando Hellen Constante llegaba de Polonia en que la contactaron para encomendarle esta tarea que ella avanza sin descanso, aunque la iniciativa, que tenía un plazo de seis meses, deberá esperar un poco ante la situación que atraviesa el país por la pandemia de COVID-19. Ella no quiere detenerse, pese a las situaciones que se le presentan, como no poder acceder a la arcilla que necesita y que debe llegar de Quito, pero se las ingenia. La cabeza es la que tiene los mayores avances y ahora trabaja en sus manos. Le sorprende lo grandes que eran.

Para lograr esa similitud de rasgos, la artista se documentó no solo con fotografías de Rubira Infante sino también con su historia. Presentó varias propuestas. El compositor irá en una banca para que pueda estar cerca de sus seguidores y que se fotografíen con él.

No es la primera vez que en sus obras Hellen Constante tiene un acercamiento con la música. Es autora de la obra de bronce de Julio Jaramillo, ‘El Ruiseñor de América’, que está en Puerto Santa Ana, y del monumento sonoro a la pianista, compositora y educadora guayaquileña Ana Villamil Ycaza, que elaboró para ser colocado en el Parque Seminario.

El año pasado, mostró uno de los trabajos que más satisfacción le generó, la efigie al maestro, pintor, muralista y escultor Theo Constante, su padre. Fue el primer monumento en el país a un artista plástico, dice orgullosa.

A inicios de este año, una exposición le permitió reunir a cuatro generaciones artísticas de su familia, la de su abuelo Teobaldo, hombre de óleos, carboncillos, acuarelas, retratos y desnudos; la de su padre; la de ella, con 35 años de trayectoria, exposiciones internacionales y autora de murales; y la de sus hijos Theo, Alejandro y Luis Marmolejo Constante.

Ahora su tiempo está dedicado al monumento a Carlos Rubira. Enrique Candell Rubira, nieto del cantautor y quien preside el movimiento de artistas cívico y cultural que lleva el nombre de su abuelo, está agradecido por esta obra y espera que en la ciudad natal del artista, Guayaquil, también destaquen su trayectoria.

• Su  historia

En 2018, Carlos Aurelio Rubira Infante ingresó al Salón de la Fama de los Compositores Latinos, en Miami (Estados Unidos). Fue el compositor de más de 400 canciones.