Manual para enfrentar la crisis personal
Es posible superar las adversidades siguiendo ciertos pasos para transformar los momentos duros, y pasar del caos a la calma
Pasamos momentos difíciles. Lo sé. Somos todos, no solo tú. Para cada uno de nosotros resulta abrumadora la nueva realidad y requiere de mucho esfuerzo mantener una actitud positiva ante la vida.
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Leer másNo importa lo feliz que luzca la gente en redes sociales, ni lo tranquilo que parezca el vecino que te saluda cada mañana. Todos tenemos una complicación diferente y eso crece y se agudiza si no contamos siquiera con los servicios básicos en nuestro hogar.
Muchos han perdido su trabajo, su único sustento y la forma de alimentar a sus familias. Una situación que nadie le desearía ni a su peor enemigo. Pero, ¿qué hacer? ¿Cómo superar el bache y, sobre todo, cómo evitar que nuestros seres queridos queden sumergidos en ese hoyo negro?
Reconozcamos y enfrentemos el problema
Lo primero es admitir que estamos mal. Está bien aceptar que hay algo malo. La negación es el principal obstáculo que enfrentamos a la hora de mejorar. Si no reconocemos que atravesamos vicisitudes, ¿cómo las superaremos?
Reconocer que hay un inconveniente nos permite identificarlo, delimitarlo y, en el mejor de los escenarios, eliminarlo. O, al menos, minimizarlo.
Cuando ponemos en palabras (mejor aún si las escribimos) nuestros problemas, resulta más fácil cuantificar su impacto y determinar si son tan graves como lucen en nuestra cabeza.
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Leer másEl siguiente paso es enfrentar el problema. Si luego de examinarlo, nos damos cuenta que no desaparecerá solo, es necesario actuar. Frenar las causas y buscar soluciones. Pensar con cabeza fría qué podemos hacer e incluso pedir ayuda. Una voz amiga siempre nos puede dar una perspectiva diferente de un hecho.
Vamos más allá. Revisemos lo que nos causó un dolor de cabeza y reflexionemos qué hicimos mal y qué hicimos bien. ¿Qué podemos aprender y qué no repetiremos la próxima vez?
El último paso es quizás el más importante. Una crisis solo se supera cuando la lección que nos deja nos hace mejores. ¿Cómo estamos reaccionando ante las penas de otros? ¿Somos empáticos o solo estamos haciendo leña del árbol caído?
En estos momentos difíciles tenemos la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros, de ayudar y colaborar para que la vida sea un poquito más fácil para todo nuestro entorno. ¡Buena suerte!
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