
María Clara Dávalos, la mujer que le apostó al poder del aguacate
La emprendedora quiteña fundó Oilosophy, marca de cosméticos naturales que alista su arribo a Estados Unidos
María Clara Dávalos evoca con cariño a su abuela curando los males con aguacate y hierbas en la finca familiar de San Nicolás de Uyama, en la provincia del Carchi. Sin embargo, su interés por las propiedades de lo natural no despertó hasta que regresó al país tras varios años de vivir en el extranjero.
“Volví al Ecuador divorciada, con una niña pequeña y bastante desorientada. Mi papá, en ese entonces, estaba empezando una plantación de aguacates y una fábrica de aceite de aguacate, y me sugirió que trabajara con él. Yo tenía muchísimas dudas, porque soy diseñadora de modas y no sabía absolutamente nada sobre el aguacate, pero decidí aventurarme”, recuerda.
No tardó mucho en enamorarse de esta fruta originaria de Mesoamérica. Y tampoco pasó mucho tiempo antes de que comenzara a explorar su potencial más allá de la cocina, incursionando en el mundo de la cosmética natural.
“Fue una casualidad. Un día estábamos en una feria mostrando nuestro aceite y se nos acercó una familia. Nos contaron que su hija tenía psoriasis y que los eccemas habían mejorado muchísimo al aplicar el aceite sobre su piel”, relata.
Motivada por ese descubrimiento, María Clara empezó a formarse en la elaboración de productos cosméticos y aceites esenciales. Sus primeras creaciones fueron aceites corporales y cremas hidratantes. “Fue todo un desafío, porque los primeros aceites eran excelentes para la piel, pero mis amigas me decían que olían a ensalada”, comenta entre risas.
La cocina de su casa se transformó en su primer laboratorio. A base de prueba y error, fue perfeccionando sus fórmulas hasta lograr los resultados que buscaba. Sus amigas y familiares se convirtieron en sus primeras clientas, y poco a poco, sus productos comenzaron a ganar fama.
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“Mi idea inicial no era montar una fábrica, solo quería hacer cosméticos naturales. Pero los pedidos comenzaron a aumentar tanto que me di cuenta de que era necesario envasarlos profesionalmente”, cuenta.

Una apuesta por lo natural
Así nació Oilosophy, una marca que hoy cuenta con dos locales en Quito, distribuidores en varias provincias y un catálogo de más de noventa productos, que incluye cremas hidratantes, bálsamos labiales, jabones, champús, aceites corporales y más.
“Creo firmemente en el poder del aguacate y en los beneficios de los cosméticos naturales. Ves cómo tu piel se transforma, cómo recupera su brillo natural y cómo te sientes mejor contigo misma”, afirma convencida.
Según María Clara, los principales impulsores del crecimiento de Oilosophy han sido los propios clientes. “La verdad, nunca hicimos un estudio de mercado muy elaborado. Han sido nuestros clientes quienes, con sus necesidades y sugerencias, nos han guiado a innovar y a crear nuevos productos”, asegura.
De cara al futuro, María Clara sueña en grande: le gustaría que sus productos lleguen a las principales ciudades del mundo. “Me encantaría que más personas conozcan la maravilla que es el aguacate”, concluye con una sonrisa.
La gran noticia para el 2025, señala la emprendedora, es que a partir de mayo, los productos de Oilosophy se comercializarán en Miami, y en 2026 en Holanda. “Es un gran paso que implica nuevos retos”, señala.

De lo público a lo personal
¿Aún se dedica al diseño?
¡Sí! Nunca he dejado de diseñar. Ahora, básicamente diseño la línea gráfica de Oilosophy y los nuevos productos.
¿A qué dedica su tiempo libre?
Me dedico a pintar, diseño mi propia ropa, y bailo. Me encanta bailar, es una pasión.
¿Cuál es su sitio favorito en la ciudad?
¡Mi casa! (ríe). Es en serio. Mi casa es en la mitad de un bosque, y es mi sitio en el mundo. Es donde puedo crear, desconectarme y estar tranquila.
¿Cuál es el consejo más importante que le daría a quienes quieren emprender?
No tengo uno, ¡tengo dos! Primero, que encuentren su identidad, que no le copien al vecino. Sino que creen algo propio y que cuente una historia. Y el segundo es que hay que ponerle pasión y amor, porque es lo que te salva cuando te cierran las puertas.
¿Qué siente que es lo más importante que ha aprendido en la vida?
A perseverar y a ser paciente. Cuando uno es más joven, uno quiere que las cosas pasen ya, pero las cosas pasan cuando tienen que pasar, pero tu debes seguir adelante.
¿Quién le encantaría que fuera ‘embajador’ de su marca?
¡Uy! Me encantaría que Lavinia Valbonesi use mis productos. ¡Y las Kardashian!
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