Hábitos para dormir mejor

Darse vueltas en la cama o levantarse varias veces por la noche porque no logra conciliar el sueño son síntomas de que algo en su organismo no marcha bien. Es muy probable que el estrés laboral, los conflictos familiares e incluso alguna enfermedad se lo impidan.

Y, aunque es posible que no pueda controlar los citados factores, lo que sí puede hacer es adoptar nuevos hábitos que fomenten una mejor calidad de sueño. 

Siga estos consejos que ofrece el neuropsiquiatra Eduardo Santillán. 

• 1. Destine un horario: para irse a dormir y respételo, así el organismo se habituará a que a esa hora empieza su descanso.

• 2. No realice actividad física como practicar básquet, índor, tampoco ejercicios ni juegos porque el cuerpo va a generar una gran cantidad de endorfinas y adrenalina que lo van a mantener en estado de alerta.

• 3. No coma demasiado en la merienda o en la noche, si lo hace va a necesitar en las áreas del sistema digestivo una mayor cantidad de circulación sanguínea , y por lo tanto esta será menor en el cerebro, y con ello el riesgo de experimentar pesadillas, mal humor y falta de autocontrol.

• 4. Evite tomar suplementos alimenticios o componentes vitamínicos en horario nocturno porque lo mantendrán en vigilia.

• 5. No vea series de acción o miedo ni excitables antes de irse a dormir. Las primeras van a alterar las emociones y a contribuir en la formación de adrenalina, un factor antisueño; mientras que las pasionales van a provocar que se eleven los niveles de testosterona y progesterona ocasionnándole otro tipo de deseos.

• 6. Que la siesta no exceda los 30 minutos máximo (mínimo 20) porque de lo contrario el organismo va a adquirir el mal hábito de querer seguir durmiendo como si fuese horario nocturno. Y, al interrumpir ese sueño la persona va a despertar con mal humor e irritabilidad.

Tenga presente...

Los niños en edad escolar que no duermen lo suficiente, 10 horas como mínimo, no solo que pueden ver afectado su crecimiento sino sus niveles de atención. La siesta en infantes entre 6 y 7 años, máximo de 2 horas; de 7 en adelante, 1 hora.