María Verónica Córdova: “Seré apneista hasta que Dios me lo permita”
La deportista, quien trajo a Ecuador la medalla de bronce en el Mundial de Apnea en Serbia, suma más de 20 victorias en su trayectoria.
Despertarse antes de que salgan los primeros rayos del sol al amanecer y estar lista a las 05:30 en la piscina para entrenar es parte de su rutina diaria. Aunque apenas han pasado cerca de cinco años desde que tuvo su primera inmersión en el mundo de la apnea o buceo libre (deporte en el que se mantiene la respiración dentro del agua mientras recorre largas distancias en la piscina o desciende hasta grandes profundidades en el mar); su esfuerzo, talento y dedicación han hecho que su nombre lidere rápidamente los podios de decenas de competiciones a nivel nacional e internacional. Se trata de la guayaquileña María Verónica Córdova, una de las apneistas más destacadas del país.
Nadadora innata
Comenzó a nadar a los tres años porque para su papá era superimportante que aprenda esta actividad a temprana edad. Desde entonces, cada vez que entraba a la piscina o iba a la playa, se sentía libre y reconfortada. En el Alemán Humboldt, colegio en donde estudió, participó en varias competencias intercolegiales.
Una vez que se graduó, se desconectó por varios años de la natación porque decidió concentrarse en los estudios (es ingeniera civil y máster en medio ambiente y recursos hídricos). Sin embargo, en el 2016, regresó a hacer deporte porque buscaba una actividad que pudiese practicar en pareja junto a su esposo (David Henriques). “Descubrí la apnea por una compañera de trabajo y nos encantó al instante. Quien la practica debe tener un gran rendimiento físico, alta capacidad pulmonar para aguantar la respiración y saber controlar los nervios al estar bajo el agua”.
De hobby a representar al país
Aunque llevaba apenas un par de meses practicando, cuando se certificó para entrenar a nivel competitivo, su perseverancia dio sus frutos. Logró incursionar en su primera competencia nacional ese mismo año, ganando todos los primeros puestos en la categoría novata. Ya en el 2017, clasificó para viajar con la Federación Ecuatoriana de Buceo y Actividades Subacuáticas (Fedadub), a su primer Panamericano en Veracruz, México. “Me preparé arduamente y en las cuatro modalidades que competí, gané medallas de oro e hice dos récords panamericanos”, describe con orgullo.
La llegada de Marina
Su carrera como apneista crecía como ‘la espuma del mar’, pero un mes después de regresar de México, recibió una noticia que hizo que sus planes a corto plazo cambien radicalmente. “Cuando me enteré de que estaba embarazada, fue un shock porque quería seguir entrenando. Además, las personas me decían que nunca más iba a volver a estar en el deporte porque no recuperaría el estado físico que requería para competir”.
Sin embargo, en lugar de tirar la toalla y alejarse completamente de la piscina, María Verónica hizo lo contrario. Todas las palabras de desmotivación la llenaron de fuerza y siguió nadando hasta las 38 semanas de embarazo. Al nacer su hija, Marina, la pequeña se volvió en su principal motivación. “Luego del parto me costó seis meses retomar paulatinamente a la apnea y ya en el 2019, regresé lista para demostrar que sí podía ser mamá, esposa, apneista y trabajar a la vez”.
En el podio del mundial
En junio de este año, la deportista viajó más de 10 mil kilómetros para representar al país en el Mundial de Apnea en Serbia. A pesar de que en la pandemia hubo varios meses en los que no pudo continuar con su entrenamiento de forma regular, su gran desempeño hizo que Ecuador obtenga la medalla de bronce y logre cuatro récords más (uno de ellos fue en la categoría estática, en la que debe mantener la respiración el mayor tiempo posible bajo la piscina sin moverse. Ella pudo hacerlo por seis minutos y 37 segundos).
“Me alegró mucho que gracias a esa competencia, ahora más ecuatorianos conozcan este deporte. La apnea me ayuda a tener más confianza en mis capacidades y lograr una sintonía entre mi mente y mi cuerpo”.
Aunque falta poco para que se termine el año, María Verónica continúa entrenando arduamente para su próxima meta: una nueva competencia nacional en diciembre. Además, en el 2022, Guayaquil será la sede del Panamericano y tiene como objetivo dejar en alto a Ecuador en su propia casa. “Seré apneista hasta que Dios me lo permita. Mi hija es quien me inspira a luchar por ser mejor cada día. Quiero demostrarle que se puede ser buena en todo”.
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Al trabajar como consultora en ingeniería civil y en proyectos de conservación de la zona costera, debe organizar su día perfectamente para cumplir todas sus obligaciones. Aunque la Fedadub le da apoyo económico cuando va a competir, a María Verónica le gustaría también contar con una ayuda financiera durante todo el año porque los equipos que se necesitan para entrenar requieren de una inversión. “Si fuese así, sí podría dedicarle más tiempo al deporte. Mi familia es un pilar clave porque me ayuda en el cuidado de mi hija”.
Más detalles
La apnea deportiva se puede realizar en el mar o en la piscina. La mayoría de las competiciones de María Verónica son en piscina y no usa tanque de oxígeno. Quien desee practicar este deporte debe entrenar junto a un profesional para precautelar su salud.
Personal
- Tiene 32 años.
- Estudió Ingeniería Civil (Universidad Católica Santiago de Guayaquil) y una maestría en Medio Ambiente y Recursos Hídricos (Cornell University).
- Es parte del Club Apnea Guayaquil.
- Creó la comunidad de apneistas ‘The SEAsterhood’ junto a las deportistas Nusy Horvath y Éricka Carrera.