Mariela Rojas “hay que perder para ganar”
La directora administrativa financiera de una empresa de mudanzas cuenta cómo la cultura del ahorro es parte de sus días.
Mariela Rojas responde a cada pregunta desde lo que siente y piensa. Sentada en un sillón de su casa, se permite un momento de pausa antes de hablar, pues tiene plena conciencia de que sus comentarios honran cada paso de su carrera profesional.
Empezó como asistente contable en una empresa, y hoy se divide entre ser la directora administrativa financiera de una compañía de mudanzas y la gerente general de una empresa de courier.
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Leer másVive en constante reinvención. “Solamente cuando caes puedes encontrar el camino correcto”, reflexiona. Las mayores transformaciones son aquellas que la han traído hasta este presente en el que logra influenciar a las demás.
- La cultura del ahorro
Sabe en primera persona lo que es vivir en el campo. Nacida en Chone, pasaba los inviernos en una finca de sus padres cerca de la parroquia Convento. “Éramos nueve hermanos, y desde chicos nos daban responsabilidades. Recuerdo que convivíamos con los hijos de los empleados, y eso hizo que siempre pensáramos en equipo y nos sintamos todos como una familia”.
Recalca que en esa época ya sentía interés por el manejo de las finanzas. “Desde chica yo acostumbraba ahorrar... Ahorraba las mesadas que me daban mis padres y cuando era el Día de la Madre o del Padre, por ejemplo, les compraba un detalle con mi plata... Así fui acostumbrándome a planificar”, recuerda.
El gusto por las matemáticas hizo que se apunte a la carrera de Auditoría y Contabilidad en la Universidad Central en Quito, y con su título bajo el brazo empezó un recorrido bastante variado a nivel laboral. “Eran los años 80 y yo sentía que la capital era una ciudad muy machista. Los puestos de físico-matemático eran por lo general para los hombres, y los de contador para mujeres”, manifiesta.
De ahí que su primer empleo fue de asistente de facturación de una empresa. A la par llegó su vida matrimonial y a los 25 años entró como asistente financiera administrativa de INSA, donde empezó a aprender muchísimo más del amplio mundo de los números. Sin embargo, optó por renunciar cuando alumbró su primer hijo.
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- Una maternidad que costó
Fueron varios años los que le tomaron a Mariela quedar embarazada. “Luché tanto para tener mi hijo, probé muchos tratamientos y logré ser madre a los 28”, enfatiza.
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Leer másEmpezó a trabajar a medio tiempo como contadora en una de las primeras empresas que ponían internet en el país. Y luego, tras la llegada de su segundo hijo, regresó a INSA.
Toda esa vida laboral la balanceaba con su faceta de madre. Corría el año 2001 y la relación con su entonces esposo no prosperó, por lo que ella decidió establecerse en Guayaquil, para trabajar desde allí.
Con el paso del tiempo conoció nuevamente el amor y se casó, pero no pudo tener más hijos. “Hice muchos tratamientos y sencillamente Dios no quiso que vengan más bebés”.
Cuando habla, se la escucha con sentimientos muy arraigados a su familia. “Ahora los chicos ya están grandes, y uno de ellos vive en Viena. Sin embargo, los domingos nos reunimos y nos conectamos con el que está en el exterior para contarnos lo que hicimos durante la semana”.
Otra costumbre que tienen es que al finalizar el año escriben en una hoja sus metas u objetivos, y el 5 de enero del siguiente año preparan chocolate caliente para conversar lo que cumplieron y lo que no, y por qué. “Es una forma de trazarnos un plan de vida y no vivir de manera monótona”, considera.
Y mientras mira un elegante tablero a un extremo de su sala, se permite comparar la vida como el ajedrez. “Tu éxito depende de cómo te mueves. ¿Dejas que alguien te saque del camino o sigues andando?”.
- De la mano de más mujeres
“Yo creo mucho en las mujeres”, enfatiza Mariela, quien habla desde su corazón. En todo este camino laboral las ha ayudado a conectarse con su esencia y a vivir felices con sus roles.
“Nosotras cuando asumimos un trabajo consideramos ese puesto como una empresa pequeña, o como un hijo. Por lo tanto, cada objetivo se vuelve como un reto personal”, asegura basada en su experiencia de trabajar de la mano con otras mujeres.
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Leer másA ella le importa saber cómo están las personas con las que labora, conocer sus problemas y acompañarlas como si fuesen una familia.
“Cuando los días se tornan difíciles, pienso en las personas que están creyendo en mí. Y si yo fallo, ellas se caen como cartas de naipe. Entonces tengo que demostrar que, a pesar de las adversidades, hay que seguir”.
Ese ímpetu hizo que Mariela fuera presidenta por dos periodos seguidos del gremio de la Asemec (Asociación Ecuatoriana de Empresas de Mensajería Expresa y Courier), desde el 2014 al 2018. Y por sus gestiones de regulación al comercio, recibió una condecoración de la Cladec (Confederación Latinoamericana de Empresas de Courier) en el 2016. Este año ha sido parte de los conferencistas del II Congreso Aduanero de las Américas y el Caribe.
“Cada vez tengo nuevas metas. Para mí, lo mejor que me puede pasar es reinventarme”, concluye.
- A fondo
- Su frase en la vida: “Hay que perder para ganar”.
- Su libro favorito: ‘Cien años de soledad’, lo puedo leer muchas veces.
- Lo que está en su velador: Terminé de leer ‘Camino a Santiago’.
- Estilo de vida: Como alimentos orgánicos y practico una hora diaria de crossfit, ese es mi desfogue.
- Su motor: Mis hijos y esposo, él es el mentor de mi vida profesional.
- tips de finanzas
Como profesional en Auditoría y Contabilidad, Mariela comparte tips para practicar en casa.
- El uso de tarjetas de crédito: Hay que hacer compras inteligentes. Y al pagar eviten el valor mínimo y opten por cancelar en cuotas inmediatas, para no acumular un endeudamiento.
- Ahorros en casa: Mensualmente pueden programar un valor de ahorro, para que cuando se cumpla el año disfruten ese monto en una actividad familiar. Esa es la mayor inversión.
- Concienticen a sus hijos: Desde niños enséñenles a trazarse metas. Si ellos desean algo, que ahorren, hagan méritos o potencien alguna habilidad para obtener su dinero (por ejemplo, venta de dulces).
- Venta de cosas de segunda mano: Separar lo que ya no usen para ponerlo a la venta es una forma de ganar un dinero extra. Con lo obtenido de esa venta se puede pagar todo o al menos una parte de un artículo nuevo. Por ejemplo, ropa que ya no les quede, etc.
- Autoanálisis: Antes de endeudarse y acumular cosas, es importante pensar: ¿por qué queremos tener más de lo que necesitamos?
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