Las mascotas también tienen a sus retratistas
Perros y gatos pintados sobre lienzo, esculpidos en madera o incluidos en joyas destacan en las obras de un grupo de artistas
Miguel Antonio Correa había plasmado con tal detalle el rostro de Agustina, que cuando su obra fue entregada no solo generó sorpresa sino también llanto. “Una amiga me pidió que retratara a su gatita fallecida para darle ese regalo a su esposo, que la amaba muchísimo”, recuerda este artista visual, pintor y escultor guayaquileño.
“Yo sabía que ibas a llorar”, se escucha en el video que capta el momento en que la mujer da el obsequio a su pareja. Esas emotivas imágenes fueron subidas a las redes sociales y desde entonces a Miguel Antonio comenzaron a llegarle más pedidos.
Desde octubre pasado ya ha plasmado los retratos de cerca de 60 perros y gatos en alto relieve en madera.
“Considero que es un punto neutral entre la escultura y la pintura artística, ya que posee cualidades y acabados de las dos técnicas en un solo producto final”, explica este apasionado por el arte, la carpintería y los animales.
Perros y gatos perdidos, con pocas opciones de volver
Leer másSu trabajo lo ha llevado a conocer más de cerca el amor que despiertan los animales de compañía. Muchos de quienes le piden los retratos (que cuestan un promedio de 45 dólares), le cuentan sus historias. Algunos le piden elaborarlos para conservar la imagen de su mascota ya fallecida y otros para destacar la importancia que tienen ellos en sus familias.
Ronald Stalin Rizzo, artista visual y docente, también ha experimentado las emociones que despiertan sus trabajos.
La piel de las mascotas sufre en época de invierno
Leer más“Cuando entregué una obra de un perrito sobre lienzo, mi clienta lloró de la emoción de tener plasmada a su mascota que dejó de acompañarlos”, cuenta. Algo que siempre le ocurre es que le dicen que es tal la nitidez de su trabajo que parecería una fotografía y no un cuadro.
Ronald recuerda que a los 12 años retrató a su primer perrito sobre tela. Luego aprendió técnicas nuevas y fusionó su experiencia de niño con la de adolescente para comenzar a pintar sobre lienzo. Los formatos más pequeños cuestan 95 dólares y los que son un poco más grandes, 185.
Y aunque de una manera diferente a la de estos artistas, Cindy Guillén Espinoza también se ha hecho conocer por su trabajo en el que destacan las mascotas. Pide a sus clientes una fotografía clara de ellas, las digitaliza y luego comienza a tejer. Usa una técnica llamada Brick stich, en la que utiliza piedras especiales, que luego permiten obtener las pequeñas imágenes del perro o gato. Estas se convierten en parte de collares, pulseras, llaveros o prendedores.
Aunque había comenzado a trabajar con flores y corazones, no fue hasta que decidió hacer la imagen de su gatita cuando supo que esa línea tendría acogida.
Ella, al igual que los otros artistas de mascotas, promueve sus creaciones a través de las redes sociales y es allí donde despiertan el interés de quienes empiezan a colocar en sus salas, en las habitaciones o en una bisutería, las imágenes de sus consentidos.