Mente positiva: Sé bueno contigo mismo
Recuerda que eres la persona más importante para ti. No seas duro cuando cometes un error
¿Cómo suena esa voz interior que te habla todo el tiempo? O, en otras palabras, ¿cómo te hablas a ti mismo?
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Leer másLas palabras tienen poder, como bien lo señala Miguel Ruiz en Los Cuatro Acuerdos, y pueden causar daño o sanar a quien las escuche. Eso aplica si lo dices a otros pero también si te las dices a ti mismo.
Imagina el efecto que tiene como te hablas a diario. Si eres amable y reconoces tus esfuerzos, logros y habilidades, seguramente tu ánimo sea más llevadero durante toda la jornada. Si, por el contrario, eres duro y hasta te insultas por los errores cometidos -muchos de ellos insignificantes- es muy posible que no tengas la mejor actitud para ti y para los demás.
Analiza como te hablas y compara esas charlas internas con las de un amigo o las de un ser querido. ¿Atacarías verbalmente a tus hermanos, hijos o padres? ¿Permitirías que alguien le hable así a quien quieres? ¿Dejarías que alguien te hable así?
En la mayoría de casos, la respuesta a todas esas preguntas es no. Sin embargo, somos los primeros en tratarnos mal y no destacar nuestras cualidades. ¿Cómo esperamos que alguien resalte las virtudes que tenemos si nosotros no las vemos?
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Leer másVamos aún más al fondo de la situación. ¿Hace cuánto tiempo no te miras al espejo y te dices lo mucho que te quieres? ¿Lo hiciste alguna vez?
No es una práctica habitual y, sin embargo, es una muy necesaria. Debemos saber que nos queremos y que somos importantes. Solo así podremos demostrarlo a los demás y, sobre todo, expresarlo libremente.
Quiero aclarar que no se trata de una cuestión de inflar el ego sino de transmitirnos amor propio. De querernos y entendernos. Nos vamos a equivocar, todos lo hacemos, y eso no disminuye ni un poco nuestro valor.
Tómate los próximos minutos para ser amable contigo mismo. Resalta tus cualidades mentales, espirituales y físicas. Agradece por lo bueno que tienes, lo malo que te pasó en la vida y las lecciones aprendidas. Ahora mírate en el espejo y recuerda que, al final del día, eres la persona más importante para ti.