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Los metales pesados se pueden encontrar en los alimentosFREEPIK

Metales pesados en la comida: los riesgos invisibles que debes conocer

Los alimentos y utensilios que utiliza pueden contaminar su comida sin que lo note. Haga de su cocina un lugar más seguro.

¿Recuerda la última vez que preparó su receta estrella para toda la familia? Aunque haya elegido ingredientes frescos y cocinado con amor, es posible que un invitado indeseado se haya autoinvitado en su plato: los metales pesados. Son invisibles, no tienen sabor ni olor, pero pueden tener un impacto serio en la salud cuando se acumulan en el cuerpo. Y lo más curioso es que no siempre están del alimento como tal, sino también de los utensilios y envases que usamos a diario. SEMANA consultó a expertos para entender sus riesgos y cómo reducir su presencia en la cocina.

Los enemigos invisibles

Cuando se habla de metales pesados en la comida, nombres como plomo, cadmio, arsénico y mercurio encabezan la lista. El doctor Juan Carlos Núñez, toxicólogo clínico, explica que muchos de los alimentos que consumimos habitualmente (como pescados, frutas, verduras, tubérculos y carnes) pueden contener trazas de estos metales, ya sea por la contaminación ambiental, el uso de pesticidas o el contacto con maquinaria durante su procesamiento.

¿El problema? “A largo plazo, su acumulación en el organismo puede estar relacionada con enfermedades neurológicas, cognitivas o crónicas como la hipertensión, la epilepsia y el Alzheimer”, advierte Núñez. Por eso, recomienda hacerse una revisión médica al menos una vez al año. Y si hay sospechas de exposición, solicitar análisis de sangre u otros exámenes especializados para descartar una intoxicación.

Técnicas culinarias que ayudan

La buena noticia es que, incluso si los alimentos contienen metales pesados, existen prácticas sencillas que ayudan a reducir su carga. La nutricionista Guadalupe Mena recomienda:

  • Remojar el arroz entre 6 y 12 horas, cambiando el agua de 3 a 5 veces. Luego, hervirlo brevemente y descartar esa primera agua antes de cocinar. Así se puede reducir hasta un 80% del arsénico. El arroz integral suele tener más concentración de metales (que se acumulan en su capa externa), en comparación con variedades como el basmati o el jazmín.
  • Lavar frutas y verduras con una mezcla de 1 parte de vinagre blanco y 3 partes de agua. También es útil cepillar raíces y hojas verdes con agua corriente.
  • Reducir el consumo frecuente de atún o pescados grandes, ya que tienden a acumular más mercurio.
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Utensilios bajo la lupa

No solo la comida puede ser fuente de metales pesados. También los utensilios y electrodomésticos que usamos cada día podrían estar contribuyendo sin que lo sepamos. Mena explica que ollas, sartenes, espátulas o cucharones de baja calidad (o que están deteriorados) pueden liberar estos compuestos cuando entran en contacto con el calor. “Los metales pesados son elementos químicos con una densidad elevada, y aunque se liberen en cantidades mínimas, pueden ser tóxicos para el cuerpo humano”, alerta la nutricionista.

Lo recomendado

  • Ollas o sartenes de acero inoxidable de grado quirúrgico o de cobre con revestimiento de acero.
  • Utensilios de cocina de madera o acero inoxidable.
  • Contenedores de vidrio.
  • Papel encerado o vegetal para envolver y hornear.
  • Airfryer con cesta de vidrio.

A evitar

  • Ollas o sartenes de aluminio, cerámica artesanal, teflón rayado o viejo, y cobre sin recubrimiento.
  • Utensilios de cocina de baja calidad que desprenden metales al calentarse.
  • Recipientes de plástico.
  • Alimentos con aluminio o plástico para envolver o cocinar.
  • Airfryer con recubrimiento de teflón.
Airfryer con cesta de vidrio
Los airfryer con cesta de vidrio pueden reducir la exposición de metales pesados en los alimentos.META

¿Y el agua?

El agua que usamos para cocinar también puede ser una fuente silenciosa de contaminación. “Una de las principales vías de exposición es el agua de las tuberías, que puede tener una alta presencia de metales pesados”, explica Mena. Su recomendación: instalar un filtro de ósmosis inversa (o un purificador de agua), que puede eliminar cerca del 95% de estos compuestos, además de pesticidas, microplásticos y fluoruro. También sugiere evitar las botellas de plástico y optar por termos con revestimiento de acero inoxidable.

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Lavar frutas y verduras con una mezcla de 1 parte de vinagre blanco y 3 partes de agua.FREEPIK

Otras vías de riesgo 

No solo la comida representa un riesgo. La dermatóloga Karla Garcés advierte que muchos productos de uso diario (como cremas, maquillaje, esmaltes o shampoos) también pueden contener metales pesados. Garcés dice que la exposición prolongada puede hacer que la piel se vuelva más sensible al sol e incluso aumentar el riesgo de cáncer. “Antes de usar cualquier producto, verifique que tenga registro sanitario y esté avalado por entidades como la FDA. No compre productos de moda en redes sociales sin consultar primero con un especialista”.

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