La microbiota ocular, un factor clave en el ojo seco

Sensación de ardor, picazón, ojos rojos, sensibilidad a la luz o visión borrosa son algunos de los síntomas que puede experimentar una persona con ojo seco. Esta patología se desarrolla cuando los ojos no producen suficientes lágrimas para permanecer húmedos o cuando éstas no funcionan del todo bien. 

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El correcto funcionamiento del sistema es lo que evita que los ojos se sequen y los mantiene libre de infecciones. En algunas ocasiones, liberan lágrimas adicionales, por ejemplo, cuando llora, ingresa residuos o se irrita la superficie ocular, reconoce la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

“Aunque no lo parezca, la función de las lágrimas es primordial para los ojos. Nuestros ojos necesitan lágrimas para mantenerse limpios y saludables. Y esto lo proporciona la película lagrimal, que los lubrica y que está formado por tres capas: una capa aceitosa (lipídica), una acuosa y otra pegajosa (mucosa)” señala Eduardo Hidalgo, oftalmólogo de la clínica Alcívar. 

Actualmente, 350 millones de personas en todo el mundo está asociado con la infección de un parásito que forma parte de la microbiota ocular. El correcto funcionamiento del organismo depende, de la microbiota.

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Esta enfermedad afecta directamente a los mayores de 65 años, especialmente a las mujeres con cambios hormonales. También intervienen factores ambientales como contaminación ambiental, clima seco y la altura. 

Asimismo, el uso de lentes de contactos, la toma de medicamentos y el diagnostico de enfermedades sistemáticas como diabetes o trastornos autoinmunes, contribuyen al desbalance del ojo. Los primeros síntomas que el paciente adquiere es el enrojecimiento y la sensación de un cuerpo extraño. 

Seguido siente picazón y lagrimeo constante. “La presencia de esos dolores, quiere decir que la calidad de la lágrima no es la adecuada. En casos severos se presenta dolor ocular, sensibilidad a la luz y visión borrosa” asegura Hidalgo. 

Síntomas

La presencia del parasito Demodex en la zona periocular puede afectar la superficie del ojo, en donde se encuentran las glándulas de Meibomio. Esto da lugar lugar a una disfunción en la secreción de lípidos, así como a cambios en la microbiota, lo que conlleva a una posible inflamación en el borde del párpado y ojo seco.

1. Descamación: en la base de las pestañas.
2. Sensación: de sequedad ocular.
3. Enrojecimiento e irritación: en la zona de los párpados.

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo más comunes para padecer de ojo seco son:

1. Envejecimiento.
2. Cambios hormonales ocasionados por el embarazo.
3. El uso de tratamiento anticonceptivos.
4. Menopausia.
5. La cirugía refractiva

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