Los modistos locales que visten a perros y a gatos
Gucci lanza colección de ropa y accesorios para animales de compañía. Antes lo hicieron Versace y Ralph Lauren. Ecuador también tiene sus atelieres
Hace poco, una novedad irrumpió en el mundo de la alta costura: La firma italiana Gucci lanzó su línea de ropa y accesorios para perros y gatos, siguiendo la estela de Versace, Louis Vuitton, Moschino, Ralph Lauren y Fendi, en un mercado que mueve 100.000 millones de dólares al año.
Estas firmas del lujo internacionales reconocen que ese es un sector que puede ser apreciado como un ‘suculento bocado’, el del lujo para los animales -supone una industria que movió más de 104.000 millones de dólares en 2020 solo en EE. UU.-, según un informe de marzo de 2021 hecho público por la Asociación Estadounidense de Productos de Mascotas.
Un nicho económico que también ha generado una reacción en el Ecuador, donde se calcula que en el país existe una relación de una mascota por cada 6.9 personas, según determinó en 2017 el MSP durante la campaña antirrábica.
Sin embargo, no ha sido el interés económico lo que movió a los modistos o modistas locales. Apenas el hecho de que en el país no encontraban un sitio que les vendiera lo que ellos o ellas andaban buscando para vestir a sus mascotas. Así nacieron en Guayaquil marcas como CopitoGB, con más de 14 años, o Woof Pet Fashion, desde hace 10. Y, Toto’s Pet Shop. Esta última en Portoviejo.
En su momento, dice Johanna Banchón Ávila, “necesitábamos cómo vestir a mi hijo mayor -mascota-, que andaba por todos lados con nosotros y no le encontrábamos ropa”. Tenía que comprarla fuera del país, lo cual resultaba tedioso. Así fue que esta maestra parvularia, junto a su esposo, un ingeniero en sistema, ambos vinculados laboralmente a un banco nacional, establecieron un negocio que funcionaba en las redes sociales y con recorridos por todas las expoferias dedicadas a las mascotas, hasta que se formalizó como taller y tienda. Actualmente funciona en la galería comercial del hotel Tryp by Wyndham Guayaquil (anexo al Mall del Sol). “Solo creamos prendas con las cuales nuestros animalitos clientes se sientan contentos o cómodos. De eso se trata”. Ella crea los diseños y una modistas -Marianita Muñiz- los ejecuta sobre la tela. Su esposo, Sheddy Gavilanes, se encarga de los accesorios, que también genera la marca.
Una historia similar narra Denise Campozano Franco, licenciada en Comunicación Social por la universidad Casa Grande. “Tras ver que localmente no había muchas opciones con ropa como lo que yo quería y de calidad, decidí abrir mi atelier. Solo diseño por pedidos. En mi tienda también tenemos colecciones, pero pequeñas”. Hasta abril pasado, mantuvo un local en la av. Circunvalación Sur, de Urdesa. “Ese local nos quedó pequeño, buscamos ampliarnos. Mientras, atendemos solo por redes sociales”.
En Portoviejo, una abogada y un ingeniero civil decidieron montar un taller de costura para mascotas. Ella, María Belén Barcia, cree que lo mejor es trabajar creaciones por pedidos especiales. En eso lo apoya su novio, Carlos Humberto Solórzano. Ambos son dueños de la marca Toto’s Pet Shop.
Todos estos atelieres diseñan ropa para eventos especiales, desde matrimonios hasta graduaciones. Bajo pedido, o en sus negocios en las redes sociales, es posible visualizar las colecciones que han creado a lo largo de sus procesos creativos dedicados a ofrecer ropa y accesorios para mascotas. La cuestión es que las mascotas han dejado de ser un animal de compañía para convertirse en un miembro más de la familia, al que también se lo debe vestir.
