Las mujeres detrás de ‘La divina papaya’
Desde su finca en Cayambe, Las Moreno Wray elaboran productos con flores comestibles.
Upayakuwasi, ‘la casa de las aguas tranquilas’, se encuentra en el límite entre Cayambe y Pedro Moncayo, al este de la capital. Ahí, en medio de caballos, cachorros, enormes árboles e incipientes capullos se fundó La Divina Papaya, empresa que se dedica a la producción de flores comestibles, verduras y hierbas aromáticas.
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Leer másEl corazón de esta operación son tres mujeres: Violeta y Daniela Moreno Wray, y su madre, Natalia Wray, que en 2019 transformaron su amor por las plantas en un proyecto de agricultura sana, sustentable y sostenible.
“Las plantas nos han llamado a todas, pero cada una ha tenido su propia relación y acercamiento a ellas”, señala Violeta, CEO de la iniciativa. Para ella, la cercanía era medicinal, pues previo a esta propuesta y a sus incursiones en el teatro y el arte, se especializó como doula y sahumadora. Natalia, impact manager de la empresa, en cambio, es antropóloga y laboró con numerosas culturas ancestrales. Daniela, COO (Chief Operations Officer) de la compañía, se acercó a los cultivos agroecológicos tras años dedicada a la producción audiovisual.
Sin embargo, en lo que todas concuerdan es en que fue una debacle familiar la que transformó ese amor en una apuesta por lo comercial.
“Me diagnosticaron un cáncer”, recuerda Natalia. “Fue una época muy difícil, y además de los tratamientos, no hallaba qué comer. Mi hermano me había traído un deshidratador de Estados Unidos, y con mis hijas ahí nos inventamos, por ejemplo, el té de frutos rojos. Así empezó”.
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Leer másCon el paso del tiempo, estos productos elaborados en casa, infusiones y snacks de flores, hallaron su camino hacia las reuniones familiares, bodas de amigos cercanos y encuentros con vecinos, hasta que en 2019 fundaron la empresa, que actualmente alista su ingreso a supermercados del país.
“Lo que marcó el inicio, para mí, fue la sal de mar con flores orgánicas comestibles. Siento que ese fue el arranque de nuestra exploración en las flores comestibles y en muchos de los productos que ideamos después”, asegura Daniela.
Afirma, no obstante, que esta exploración vino de la mano de la búsqueda de la sostenibilidad, y el cuidado de las semillas.
“No nos interesa el monocultivo. Creemos en crear ecosistemas que ayuden a los suelos a través de la agrodiversidad. Es lo que regenerará los ecosistemas del planeta”, dice.
El auge de sus productos, agrega Violeta, inició tras la pandemia, con un ‘boom’ de usuarios que empezaron a sumarse al interés por las flores comestibles.
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Leer más“La gente puso su salud en primer plano, y empezó a pensar conscientemente en lo que comía, y en la situación de la tierra y de quienes la cultivaban. Hubo mucho interés en aprender a usar y consumir nuestros productos”, indica.
En los últimos meses, sus redes sociales se usan no solo para difundir sus productos, sino para enseñarle a los consumidores cómo usar las flores en lo cotidiano.
“Hay esta idea de que son solo para la comida gourmet, pero no es así. Tenemos una iniciativa para educar a los consumidores en cómo incluir las flores en lo diario”, añade Violeta.
- Premiadas por la ONU
Galardón. En noviembre de 2022, La Divina Papaya fue una de diez iniciativas que obtuvo un fondo del programa Hzero, un hub de innovación para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos. Para la empresa, eso significa que podrán estructurar su sistema de proveedores agroecológicos con las productoras comunitarias, y ampliar su capacidad de producción actual.
- Personal
- Catálogo. Su cartera de productos se vende en tiendas especializadas de Quito, Guayaquil y otras urbes del país.
- Productos. Las creaciones se plantean, desarrollan y prueban en familia antes de que sean propuestas a los consumidores.