Con música alejan a los chicos de los vicios
Un programa gratuito promueve en niños y jóvenes el buen uso del tiempo libre para así cultivar en ellos los valores
Valentina Torres toma una cuchara y da ligeros golpes a un vaso plástico mientras observa emocionada en la computadora portátil la imagen de la maestra que le marca el ritmo que debe tocar. La niña, de 4 años, recibe clases de kínder virtual en Guayaquil, mientras Celia Lee (13), quien ahora reside en Portoviejo (Manabí), va aprendiendo con su violín un nuevo repertorio a través de la pantalla.
La experiencia se repite en otras partes. Amelia Macías, de 8 años, afina su voz como le indica el maestro Pedro Llontop durante la comunicación a distancia, al tiempo que Santiago Ramírez (5) acomoda el celular para mostrar por videollamada los sonidos rítmicos que hace con una botella plástica.
Ellos son parte de un grupo de 300 chicos que en días de pandemia del coronavirus aprenden música desde casa, como parte de los programas de educación musical gratuita de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Gobierno del Guayas.
Las plataformas virtuales y las videoconferencias permiten llegar a varios sectores populares con clases, talleres y ensayos, tanto del Kínder Musical y del Coro Infantil y Prejuvenil, como de la Escuela Infantil de Percusión y de la Orquesta Sinfónica Juvenil.
Vanessa LaMar, coordinadora general de la orquesta, cuenta que esta iniciativa que comenzó hace tres años, hoy toma forma virtual para poder llegar a quienes no tienen recursos económicos para tomar cursos musicales particulares. El objetivo es cultivar valores y luchar desde el arte para vencer el consumo temprano de sustancias estupefacientes y prácticas violentas.
“La tecnología juega a nuestro favor en este tiempo y estamos empeñados en mantener el espacio vivo para alejar a los chicos de los vicios y de la delincuencia”, dice.
Para llegar de una forma más efectiva a los hogares, esta semana comienzan a entregar kits de material didáctico para Kínder musical y de coros, que incluye cartulinas, pinturas, cuadernos pentagramados, lápices, entre otros.
Para los más pequeños se usa mucho el ingenio y, por ejemplo, en la Escuela Infantil de Percusión ellos pueden hacer los ejercicios con objetos que tengan en casa, como tachos o un par de maderas.
La Fundación de Solidaridad Ecuatoriana, que trabaja de manera directa con este proyecto, ha conseguido muchos de los instrumentos para que los alumnos puedan ensayar en casa y esperan mayor apoyo para llegar a más beneficiarios.
En el programa, hay chicos de Guayaquil, pero también de Daule, de Samborondón, de Durán, de Milagro... Los estudiantes están entusiasmados con sus clases. Sus padres graban videos de los ensayos, que luego comparten con sus maestros. También han producido uno grupal para incentivar a la ciudadanía a protegerse.
Esperan que todo pase pronto. Acostumbrados al contacto con el público, quieren volver a sentir ese calor y probar que tienen talento. La orquesta juvenil, por ejemplo, realizó en 2018 su primera gira internacional y se preparan para más.
