Nayelhi González: “Mi afro es mi corona”
No solo es la primera esmeraldeña en ganar el título de Miss Ecuador, sino la que con su cabello marca un precedente para las afroecuatorianas.
Las cámaras de televisión, en plano abierto y con insistencia, enfocaban a la esmeraldeña Nayelhi González, de 26 años, siendo coronada como la mujer más bella del Ecuador.
Aun cuando la escena parecía ser el ritual clásico de toda nueva reina (saludo al público y abrazos con el resto de candidatas) había algo que resaltaba.
Aquella noche, 3 de septiembre, Nayelhi recibía este título exaltando su belleza afro. Desde el 2010 no había sido coronada una mujer descendiente de este grupo étnico. Ni, mucho menos, que lleve con tanto orgullo la cabellera que caracteriza a esta comunidad. Ella hacía historia.
Solo unos días después de su noche triunfal, la soberana, quien además es licenciada en Enfermería, ya estaba posando para nuestra portada. Un poco abrumada tras el cambio de 180 grados en su vida dialogó para SEMANA, lo que significa para ella marcar un precedente para las jóvenes que vienen después y los pormenores de su preparación para lograr el ansiado Miss Universo.
Amor propio
Cuando habla de su niñez, Nayelhi recuerda a su madre enseñándole a cuidar su cabello rizado. “Muchas veces lo llevaba con trenzas”, agrega.
Tan solo en la adolescencia (a los 15 años) confiesa que se dejó llevar por la moda en donde los cánones de belleza apuntaban a cabelleras lisas. “No duré mucho tiempo con ese look. Preferí cortarlo para dejar que vuelvan a crecer mis rizos”.
Desde entonces se prometió amar su pelo al natural. “Mientras fui creciendo veía tutoriales en Youtube para hacer yo misma las mascarillas caseras y diferentes peinados que resalten mi lindo afro”, dice.
Sobre esa época también se le vienen a la memoria certámenes que veía desde su televisor. “Sintonizaba Miss Ecuador y soñaba con algún día representar a mi provincia y ganar la corona. Recuerdo a misses afro como Lady Mina (Guayaquil), y había escuchado también sobre Mónica Chalá (Quito)”, menciona sobre las ex reinas del 2010 y 1995 respectivamente.
El sueño se cristalizó. Solo que, a diferencia de sus antecesoras, Nayelhi lleva con orgullo sus rizos. “Mi afro es mi corona. Pues es el símbolo de muchas costumbres y tradiciones. Sin duda alguna es identidad al 100 por ciento.… A mí me encanta mantener esa naturalidad porque siempre va a gritar la historia de mi pueblo, Esmeraldas”.
“Bendita piel”
Antes de ser Miss Ecuador, Nayehli incursionaba en el modelaje. Inició en su “tierra verde” y luego decidió viajar hacia otros lugares para forjar su carrera. Tras hacer un casting online, esta joven de 1.75 de estatura quedó seleccionada para ir a desfilar a Fashion Weeks en Quito y Guayaquil, donde también pudo participar en editoriales de moda.
“Siempre llevé lo que soy. Eso gustó mucho en el mundo del modelaje. Mi naturalidad, mis rasgos… Pienso que lo diferente también es lindo y hay que valorarlo. De hecho, la piel negra para mí es bendita, por lo fuerte que es nuestra melanina”, refiere.
Preocupada por el rescate de la identidad en el camino se enfocó en conocer personas que hablen mucho sobre reconocerse como afros. Aprendizajes que la prepararon para lo que venía después, ser candidata a Miss Ecuador.
Expresa que fueron alrededor de ocho meses en donde recibió una preparación integral, la mayoría de los días en Machala.
“Gracias a Dios en el certamen respetaron mucho lo que me caracteriza y eso lo valoro porque para mí toda mi esencia es lo que me hace ser Nayelhi González. Desde colocarme turbantes hasta vestir con colores vivos. Sé que estoy marcando historia. Y lo hago por las niñas. Estoy aquí para decirles que lo afro es bello”, concluye.
La representatividad
Aunque su triunfo no tomó por sorpresa a la mayoría, ya que, desde el inicio, Nayelhi mostró su potencial, la corona es para ella un tema de representatividad.
Estoy aquí para romper mitos sobre lo concerniente a lo afro. Hay que respetarlo y valorarlo.
De ahí que cuando se mira al espejo portando su corona ve toda esa transición por la que pasó. “Miro a una mujer empoderada, valiente, resiliente y orgullosa de representar no solo a mi comunidad sino al país”.
Entre telones
Cómo peina su cabello: Lo suelo llevar tipo piña, también le coloco turbantes (he perdido la cuenta de cuántos tengo), también dejo los rizos al natural. Puede tomarme hasta una hora peinarlo. Confieso que a veces le hablo. Le digo, “bueno mi amor, hoy nos toca lucirnos”.
Rutina para mantenerlo: Lo cuido a base de productos naturales. Me aplico mascarillas como las de aguacate dos veces por semana. Pero si acaso no tienen tiempo para hacer una casera, con una buena crema para rizos el pelo se les pondrá hermoso.
Tiempo para retoque: Cada seis meses retoco las puntas para que mi ‘corona’ luzca saludable. Es importante que acudan a estilistas especializados en cortar rizos para que no haya nada que lamentar.