Nicole Malakouti, la joyería en cerámica es su pasión
Piezas clásicas y atemporales para realzar desde el más sencillo hasta el más elegante look, sin perjudicar el medio ambiente
La arcilla es la materia prima que la diseñadora de joyas Nicole Malakouti utiliza en sus creaciones. Cada semana, sus manos se fusionan con este material y el agua para poder dar vida a ‘las pequeñas esculturas’ (como ella las cataloga) que van a formar parte del outfit femenino.
Con apenas 24 años, esta artista se ha convertido en una de las pocas joyeras del país que trabajan exclusivamente con la cerámica, y esto ha hecho que su trabajo sea reconocido por plataformas de moda nacionales e internacionales. ¿Su secreto? Diferenciarse de lo monótono y crear accesorios como aretes, anillos y pulseras que impulsen la moda sustentable para generar un cambio positivo en el planeta.
Sus inicios
Su cariño por la industria textil y la joyería comenzó cuando era una pequeña niña y su mamá (Jhenny Jordán) se encargaba de hacer sus vestidos y disfraces para Halloween. Cuando le tocó decidir qué carrera universitaria seguir, pese a que en su corazón sabía que la moda era su pasión, optó por viajar a Madrid y estudiar Diseño de Producto, porque le daba miedo “no conseguir un buen trabajo si estudiaba moda”.
La cerámica, su mejor aliada
Al graduarse, Nicole comenzó a trabajar durante un año con la escultora y joyera española Julieta Álvarez, quien le enseñó desde cero el arte de utilizar la cerámica para la elaboración de accesorios. Esa experiencia en el ámbito de la joyería logró que se enamore por completo de ese oficio.
Retos en Ecuador
Posteriormente, regresó a Ecuador y como su filosofía de vida está relacionada 100 % con el cuidado del medio ambiente, decidió que su rumbo en la industria de la moda debía mantener este mismo enfoque. Luego de varios meses de investigación de mercado, y aprovechando su conocimiento y talento con la cerámica, empezó a crear sus propias joyas sostenibles bajo el nombre de Agua Studio.
“Al principio fue un poco difícil porque la gente no estaba acostumbrada a este tipo de materiales para joyería, pensaban que la cerámica es frágil y se puede partir en su primer uso. La realidad es que puede durar años y hasta convertirse en una herencia familiar, así no se fomenta la contaminación y desechos en la moda”, explica Nicole.
Conciencia ambiental
Una de sus últimas y más queridas colecciones está inspirada en las conchas y moluscos de las islas Galápagos. Desea donar el 60 % de las ventas de estos accesorios y conseguir un fondo económico para ayudar a la Fundación Charles Darwin, ya que debido al estado de emergencia sanitaria que atraviesa el país han cesado las visitas de turistas en el archipiélago y, por lo tanto, la organización no cuenta con los ingresos de antes para continuar su trabajo a favor de las especies del lugar, como flamingos y tortugas marinas.
“El año pasado viajé por primera vez a Galápagos y me encantó porque sentí una gran conexión con el lugar y descubrí la belleza de sus increíbles paisajes. Es una joya en Ecuador, incluso quise quedarme a vivir allá para hacer cerámica”, cuenta con alegría.
Actualmente trabaja junto a una diseñadora de moda en un proyecto enfocado en novias, y aproximadamente en dos meses lanzará una nueva colección inspirada en las obras del arquitecto ecuatoriano Felipe Escudero. “La arquitectura es una de mis más grandes musas a la hora de crear”, recalca.
Sin duda, esta artista es una soñadora que ve el cielo como límite. Se visualiza trabajando en joyería con cerámica por 30 o 40 años más. Sus creaciones se venden en Estados Unidos y diversos países de Europa, pero anhela convertirse pronto en un exponente de la moda latina y comunicar las iniciativas y problemáticas de Ecuador y Latinoamérica.
Trabajar con cerámica es un proceso que se puede percibir como algo antiguo o arcaico, pero yo deseo darle ese valor moderno.
DATOS
- Nació en Quito.
- Tiene 24 años.
- Estudió Diseño de Producto en el Istituto Europeo di Design (Madrid).