
Detrás de Nicole Pastry Arts: Nicole Robalino y su viaje de la cocina al éxito
La chef y mente maestra detrás de Nicole Pastry Arts, revela los secretos de su pasión por la pastelería.
Al entrar, las elegantes cortinas grises se despliegan suavemente, creando un contraste armonioso con las paredes moradas, mientras que el logo de una flor de lis, resalta con distinción tanto en el piso como en las perchas. Es el ambiente de Nicole Pastry Arts, ubicado C.C San Marino, que no solo invita a deleitarse con sus irresistibles postres, sino que también ofrece en sus vitrinas las frescas y deliciosas propuestas de Casa Mía Brunch y los helados artesanales de Dela Crém.
Nicole Robalino, la mente detrás de esta joya gastronómica, no es solo una chef, sino una viajera incansable de los sabores. Con formación en Ingeniería de Alimentos y Bebidas en la UEES y una maestría en cocina dulce en el Basque Culinary Center de España, su carrera ha estado marcada por aprendizajes valiosos en restaurantes Michelin, incluyendo el renombrado Albert Adrià, lo que le permitió perfeccionar su arte y llevarlo a nuevas alturas. Su pasión por la pastelería gourmet comenzó a cobrar forma cuando decidió llevar sus experiencias internacionales de vuelta a Ecuador.
Hoy, con locales también en Portela del C.C Mall del Sol, el público se ve envuelto en la magia de sus creaciones, como los turrones de chocolate, innovadores y delicados, o el postre estrella de arándanos con leche nido que transporta a la infancia. "Lo que distingue mi marca es que tiene mi identidad", dice. Cada receta y cada detalle en la tienda lleva su impronta personal, haciendo que cada bocado sea una experiencia que no solo se saborea, sino que se siente.
Cara a cara con Nicole Robalino
¿Cómo fueron sus inicios en la gastronomía?
Bueno, en realidad primero estudié Economía en Austria. Pero mientras estudiaba, trabajaba en pastelerías. Ahí me di cuenta de que mi pasión no estaba en los números, sino en la cocina dulce.
¿Y ya en ese tiempo tenía claro que quería emprender en Ecuador?
Desde el principio. Yo quería especializarme, aprender todo y traerlo a Ecuador. Sentía que era una necesidad. Y así surgió Nicole Pastry Arts. Mi abuela, Isabel, fue mi inspiración para reflejar ese toque de arte en la pastelería.
¿Cómo fueron creciendo?
Regresé a Ecuador con mi esposo, Mauro Salgán. Él es chef y fue un apoyo fundamental en todo el proceso. Al principio todo era en nuestra cocina. Después habilitamos un taller para empezar a vender postres a restaurantes y a hacer delivery.
¿Cuál ha sido el mayor reto hasta ahora?
Pasar de ser un emprendimiento casero a un negocio formal. Manejar costos, permisos, empleados, proveedores... No es solo hacer postres, hay que administrar y pensar en grande. Luego abrimos Casa Mía y después Dela Crém.
¿Alguna vez pensó en rendirse?
Sí, muchas veces. Hubo momentos de estrés extremo donde el cuerpo ya no me daba más. Me fajaba, me ponía medias especiales, todo para aguantar los dolores. El negocio estaba avanzando, pero yo me exigía demasiado.
¿Cómo logró superar ese agotamiento físico y mental?
Llegué a un punto donde me di cuenta de que no podía continuar sola. Fui a terapia psicológica y también a fisioterapia, ya que el dolor físico era una respuesta emocional de todo el estrés. Fue en ese momento cuando decidí delegar y confiar en mi equipo. No podía seguir con esa carga sola.
¿Con cuántas personas trabaja actualmente?
Hoy tengo un equipo de cuarenta personas en el que confío plenamente. Tengo a mi mano derecha, mi sous-chef y todo un grupo de profesionales que han crecido conmigo. Ellos saben lo que quiero y lo que espero, así que puedo delegar con tranquilidad.
Tras su experiencia en restaurantes con estrellas Michelin en Europa, ¿qué aprendizajes aplicó al establecer su propio negocio en Guayaquil?
La calidad y la perfección en cada detalle. Aquí todo está pesado al gramo, nada es al ojo. El cliente paga por un producto impecable y debe recibirlo tal cual. Además, usamos ingredientes ecuatorianos adaptados a recetas innovadoras.
En un mercado donde la tendencia hacia productos sin azúcar está en aumento, ¿cómo ha adaptado su oferta?
Nuestros postres son súper equilibrados. Mi papá es diabético y te juro que se come un tiramisú de almendra que le encanta. Aunque tiene que ser con moderación, claro. Pero lo disfruta sin problemas. También tenemos opciones como keto y sin azúcar para quienes lo necesiten.
¿Qué sigue para Nicole Pastry Arts?
Seguir innovando y creciendo. Queremos seguir expandiéndonos a otra ciudad y por qué no internacionalmente, pero sin perder la esencia y la calidad que nos caracteriza.
Ping-Pong con Nicole Robalino
- ¿Si fuera un postre, cuál sería? Uy, yo sería avellana con chocolate.
- Algún dulce de su infancia: Sí, siempre pedía torta de chocolate. El chocolate... ¡es mi vida!
- Ingrediente que nunca falta: El amor, el amor de mi abuela. Ella era la inspiración de muchas cosas. Pero sobre todo, mi creatividad siempre está presente en cada postre.
- Pastelero que admire mucho: Sí, a Joakim Prat, Albert Adrià y Antonio Bachour. He tenido el privilegio de aprender de ellos, directamente de los mejores.
- Si pudiera compartir un postre con una persona viva y una fallecida, ¿quiénes serían? Con mi abuela, porque no llegó a probar la tarta vasca, y me hubiera encantado escuchar su opinión sobre ese postre. Con una persona viva, sin duda mi esposo. Es súper crítico y siempre me da su feedback sincero.
¿Quieres leer más contenido de calidad y sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!