Nina incentiva con la danza el cuidado de los animales
Janina García posó junto a Luluu Svetlana, su schnauzer, para motivar a las familias a no abandonar a sus mascotas Sus alumnas siguieron su ejemplo
En uno de esos días más caóticos de la pandemia del coronavirus en Guayaquil, Janina García Sabando se encontraba cara a cara con una escena que la llenaba de tristeza. Cerca de su casa, en la ciudadela Kennedy Nueva, en el norte de la ciudad, veía a animales deambulando, sucios, con hambre... No eran de aquellos callejeros. “Parece que tuvieron dueño y que los dejaron abandonados”, dice.
Pensar que aquello ocurría la tenía intranquila. “¿Cómo pueden dejar en la calle a alguien que se ha convertido en parte de tu familia?”, se preguntaba.
Los días pasaban y la escena de los animalitos en la calle no se borraba de su memoria. La recordaba cada que vez que abrazaba a Luluu Svetlana, la schnauzer que llegó a su vida en 2016, de manos de una de sus mejores amigas.
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Leer másQuería ayudar, pero en una ciudad golpeada por el Covid-19 debía idear una forma que no la pusiera en riesgo y fue así como decidió que el arte podría ser su mejor aliado. A Janina o Miss Nina, como la llaman sus alumnas y que danza desde los tres años (hoy tiene 25), se le ocurrió que podía donar parte de las inscripciones para las clases de ballet de su academia a la fundación Amigos con cola, donde habitan más de 100 gatos rescatados. Lo recaudado sirvió para cubrir los gastos veterinarios de Trípode (que estuvo internado antes de ser adoptado).
Sentía satisfacción por lo que había logrado gracias a las estudiantes y a sus padres, pero sentía que faltaba más, así que vistió su malla de ballet y puso un tutú a Luluu Svetlana para plasmar una fotografía en la que quedara reflejado el amor por las mascotas.
Lograr la toma no fue fácil, porque su perrita es inquieta, así que hubo que convencerla con un poco de comida y paciencia. Yanine Sabando, la madre de Nina, estaba atenta para captar el momento.
El siguiente paso fue invitar a sus alumnas a que compartieran también esos momentos con sus perros y gatos. Llegaron fotos tiernas y algunas graciosas. “Quería crear empatía de ellos con los animalitos y el sentido de generosidad y que concienticen de que también necesitan cuidado y amor”, dice sobre su iniciativa.
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Leer másPero allí no termina su labor. Busca que más personas se unan a esta tarea de dar una mano a los animales rescatados de la manera en que cada uno pueda. Cuenta que hay quienes lo están haciendo desde la gastronomía.
Asegura que muchas personas se están uniendo a esta tarea porque se han dado cuenta de que aumenta el número de animales en las calles, pero que no hay la ayuda suficiente para alimentarlos. Espera que eso termine.