Nusy Horvath y su conexión con el mar
La campeona de medallas de oro en apnea, tiene proyectos en Salango y otras comunidades de Ecuador
Bajo 40 metros de profundidad Nusy Horvath empieza a fluir. Se deja llevar por los colores del mar, los peces, y todo el ecosistema marino.
Es su momento de silencio para ir al ritmo de toda la vida que habita ahí debajo.
Aun cuando sus raíces estén lejos del océano, pues nació en Hungría, el tiempo en Ecuador le ha enseñado todo sobre la fauna y el mar.
Las playas de Salango y Galápagos son algunos de los rincones del país en donde ha recorrido las profundidades de ese universo.
Sin embargo, cuando Nusy no bucea, está en piscinas realizando apnea, compitiendo o probablemente se la encuentre fuera del agua produciendo contenidos audiovisuales.
Aquella es la dualidad en la que se mueve Nusy, donde la inmensidad del mar le ha enseñado a fluir en todo lo que es hoy.
La apnea tras el accidente
Después de culminar sus estudios en Italia, armó maletas y viajó a Guayaquil en 2015 por vacaciones. “Mi mejor amiga de la universidad es ecuatoriana y me invitó a pasar dos meses junto a su familia”.
Los días que fue a conocer las playas ecuatorianas hicieron que Nusy decida no tomar su vuelo de regreso a Europa.
El body positive como estilo de vida
Leer más“Para mí siempre fue un sueño vivir cerca del mar. En Hungría no hay playas y eso hacía que desde pequeña viaje a las más cercanas, que son las de Croacia...”, rememora y agrega que cuando llegó acá no hubo comparación. “Quedé fascinada. Me encantó el clima, su gente”. Y entonces no hubo vuelta atrás.
El mar se convirtió en uno de sus grandes pasatiempos. Empezó introduciéndose en el mundo del surf con las olas de Playas y Montañita. Así estuvo cerca de dos años hasta que tuvo un accidente sobre las tablas. “Todavía recuerdo ese momento. Las olas eran tan grandes que me revolcaron. Tragué mucha agua y por un momento todo se volvió oscuro”, relata lo que vivió antes de ser socorrida.
Esa experiencia en el 2017 la llevó a sumergirse en el mundo de la apnea y el buceo. “Me ayudó a soltar mis miedos... A encontrar la paciencia bajo el agua”, dice.
Puerto López, Isla de la Plata, Ayangue, Galápagos son algunas de las maravillas de Ecuador en donde se ha sumergido. Pero ahora también ha buceado por otros lares. Las playas de México han sido parte de esas excursiones marinas, donde pudo bajar hasta una profundidad de 45 metros.
Todo ese universo le gustó tanto que el surf quedó en un segundo plano y la apnea pasó a ser su principal pasión.
Acumulando medallas
Cada día su rutina arranca a las cinco y media de la mañana. Con su traje de neopreno se sumerge en la piscina para realizar apnea y se deja llevar por las sensaciones que encuentra mientras el agua la acaricia.
Entra de inmediato en un estado zen que le gana al frío de la mañana.
Si bien en sus inicios arrancó conteniendo el aire por dos minutos bajo el agua, hoy puede llegar hasta un poco más de seis minutos.
“No se trata solo de contener mucho tiempo. Es la sensación de todos los beneficios.... Bajo el agua, es otra cosa. Sientes bienestar físico y también aprendes a estar presente y controlar tu mente”, explica.
Sus capacidades la llevaron a competir y a acumular medallas de oro. El fin de semana pasado se llevó los primeros lugares en la primera Competencia Nacional del 2023. “Compito como parte del equipo de Guayaquil, pero también tengo la oportunidad de competir a nombre de Hungría”, refiere. Esta vez se llevó el primer lugar en tres modalidades en piscina.
Anterior a eso, participó representando a Hungría en los Juegos Panamericanos que se desarrollaron en octubre del 2022.
Carolina Orozco, líder femenina del sector minero
Leer másSobre la clave de sus logros confiesa que se debe a un estilo de vida sano que se lo dio este deporte y lo complementó con yoga, gimnasio y alimentación saludable.
Campeona también con el ambiente
Desde la pandemia creó junto con dos deportistas ecuatorianas, María Verónica Córdoba y Ericka Carrera, la comunidad Seasterhood.
Con ellas comparten en Instagram tips y aprendizajes relacionados a la apnea y el buceo a pulmón. “La vida marina es una de las mejores maravillas. He podido bucear cerca de tiburones martillo, punta negra, punta blanca, tortugas, lobos marinos, delfines... Hay muchos animales curiosos como las mantarrayas. Y tuve la suerte también de nadar junto a las ballenas mamá y bebé”, dice emocionada. Ese disfrute es lo que comparte a gente cada vez más asidua a poder conocer de estos deportes.
Dentro de las actividades también está fomentar el cuidado del ecosistema marino. “Apnea se conecta mucho con el agua entonces hemos lanzado proyectos de conservación de especies en las localidades de Salango y Machalilla”, comenta y agrega que eso lo dirigen a niños.
“Ellos son el futuro y es importante enseñarles desde chicos que tienen que cuidar su medio ambiente, y asimismo limitar el uso del plástico.
Ese ímpetu ambientalista se debe a todo lo que Nusy y sus compañeras han visto cada vez que bucean. “Hay mucha contaminación. Encuentras desde plástico hasta redes de pescadores, donde quedan atrapadas las especies. En el caso de las tortugas hemos podido llevarlas a un Centro de Rehabilitación Marina para su recuperación”, explica. De esta manera es como va dejando su huella eco friendly.