Oenegé Tacita Caliente brinda soporte a madres vulnerables
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Hace 23 años, un grupo de jóvenes universitarios llenos de solidaridad y motivados por el deseo de ayudar a las personas en situación de calle crearon la Fundación Tacita Caliente. Hoy, esa semilla que sembraron ha crecido bajo la dirección de Rebeca Medina, actual directora y vocera, quien relata a EXPRESO el arduo camino que la Organización No Gubernamental (ONG) ha recorrido, superando innumerables obstáculos para brindar apoyo a quienes más lo necesitan.
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Leer másEn sus primeros años, la fundación se dedicaba exclusivamente a ayudar a personas en situación de calle, un desafío amplio debido a la falta de recursos. Sin embargo, esto no frenó a sus integrantes, quienes con lo poco que lograban recaudar, mantenían viva la misión de Tacita Caliente.
Medina recuerda aquellos primeros años como duros, pero llenos de aprendizajes. “Nos arreglábamos con lo que nos daban para poder estudiar y seguir ayudando. Éramos un grupo de personas universitarias con un gran corazón y con ganas de hacer la diferencia”, comparte a este Diario.
Con el paso de los años, la institución decidió expandir su labor y concentrar sus esfuerzos en los hospitales, un espacio donde la necesidad de apoyo humanitario es tan urgente como en las calles. El Hospital Francisco Icaza Bustamante, en Guayaquil, se convirtió en el epicentro de su acción solidaria.
Allí, la organización ha logrado llevar no solo ayuda humanitaria, sino también un cálido abrazo de esperanza a las familias de los pacientes hospitalizados. En la actualidad, el trabajo de la ONG está enfocado en brindar desayunos y meriendas solidarias a los familiares de los pacientes que pasan largas jornadas en el hospital, enfrentando la angustia y la incertidumbre.
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Leer másPero su apoyo va más allá de la comida. Medina explica que se preocupan especialmente por las madres que no tienen recursos para comprar pañales, leche, o medicinas que sus hijos necesitan. “Cuando el hospital no cuenta con ciertos medicamentos o insumos, nosotros gestionamos las donaciones. Gracias a algunas empresas y personas de buen corazón, logramos proveer a estas madres de lo que necesitan para sus hijos”, afirma.
Diferentes proyectos sociales
La fundación también ha incorporado diferentes proyectos sociales para extender su labor más allá de los hospitales. Uno de los más importantes son las brigadas médicas gratuitas, conocidas como jornadas de servicio integral.
Estas jornadas no solo brindan atención médica, sino también odontológica, veterinaria, peluquería y cuidado a niñas en comunidades vulnerables. “Es un servicio integral porque abarcamos múltiples áreas de la salud y el bienestar”, explica Medina.
La fundación ha crecido y se ha consolidado gracias al trabajo incansable de su equipo. Actualmente, ocho personas forman parte de la estructura central de la fundación, mientras que alrededor de veinte voluntarios colaboran de manera eventual en los distintos proyectos.
Para Medina, el trabajo de los voluntarios es fundamental. “Sin ellos no podríamos abarcar tanto. Su compromiso nos permite llegar a más personas y realizar proyectos de mayor impacto, y es por eso, que siempre está abierta la oportunidad de unirse a través de nuestras redes sociales”.
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