ONG interviene en desarrollo de sistemas agrícolas sostenibles: ¿Cómo lo hacen?

Fundación Habit fortalece las capacidades de los grupos vulnerables del área urbana y rural en la construcción de viviendas y el manejo de sistemas. La organización apoya el desarrollo de sistemas productivos agrícolas sustentables y procesos de fortalecimiento organizacional para mejorar la relación con el entorno. 

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La ONG favorece y coordina acciones con grupos afines y participa como actor en espacios de reflexión y decisión de propuestas y políticas públicas de desarrollo. En este contexto, priorizan e impulsan acciones concretas y realizaciones con participación comunitaria, favoreciendo la gestión y decisión autónoma de las organizaciones populares. 

También realizan procesos de capacitación en los que, por un lado, se genera la posibilidad de enfrentar el medio; y por otro, se presentan nuevas opciones económicas, sociales y culturales apropiadas para enfrentar la situación.

Se encargan de fomentar el desarrollo progresivo de tecnologías adecuadas a la utilización de materiales y recursos locales, en construcción, saneamiento y agroecología. Destinan esfuerzos para constituirse en un centro de promoción y discusión de la problemática del hábitat popular. Coordina y colabora con instituciones afines en tareas de capacitación, intercambio y estudio, dando la más amplia difusión a los fines y realizaciones de la Fundación.

Entre sus estrategias se encuentra la capacitación y formación de promotores en agroecología, el mejoramiento integral de la vivienda rural y urbana, el fortalecimiento organizacional, el fortalecimiento del centro de Funhabit y el fortalecimiento institucional. “Nuestras políticas se destacan por la concertación y participación de involucrados (niños, mujeres, jóvenes y ancianos) para promover proyectos productivos y de generación de empleo en las comunidades. 

También coordinamos con otras ONG’s, instituciones sectoriales y otros para ampliar la oferta de apoyo a la comunidad. Es vital tener metas claras e indicadores de medición apropiados, medir procesos más que resultados inmediatos, involucrar a la gente y tener indicadores de eficiencia, y de partida una visión de conjunto por proyecto y para la institución”, expresa Luis Gallego, director de la organización.

El programa de tratamiento de aguas residuales consiste en una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que eliminan los contaminantes físicos, químicos y biológicos presentes en el agua de uso humano. “La prioridad ha sido tratar las aguas residuales en plantas de tratamiento que formen parte del proceso de remoción de los contaminantes y dejar que la naturaleza lo complete en el cuerpo receptor. 

Para ello, el nivel de tratamiento requerido depende de la capacidad de auto purificación natural. La teoría que sustenta esta modalidad de descontaminación de aguas se basa en la de los humedales”, sostiene Gallego. 

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La planta de tratamiento con totoras, construida en el centro de Tecnologías Funhabit ubicada en el Barrio Sinchaguasín, de la ciudad de Pujilí, fue construida en el año 2011 como una solución sanitaria para descontaminar residuos humanos, aguas de cocina y jabonosas. 

En una planta de tratamiento de agua, la purificación se desarrolla en una capa de suelo de aproximadamente 1 m de espesor, saturada con agua servida y con abundante raigambre. El sistema de depuración debe prevenir la contaminación y proveer agua.

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