ONG protege la educación de niños y jóvenes a escala global

Atienden a niños y niñas de varios sectores vulnerables para brindarles educación de primera y con equipos de alta tecnología. Un total de 660 niños y niñas de preescolar, primaria y secundaria participan en las actividades de la Fundación Educo que lleva a cabo en el barrio de La Dolorosa de Chilibulo, en Quito, donde la criminalidad es elevada y las oportunidades limitadas, con el objetivo de contribuir al desarrollo integral de la infancia. 

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Desde la pandemia, la pobreza del país se agudizó aún más, estimándose que los hogares de niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza por ingresos suman un 30% y un 12% en pobreza extrema. La falta de alimentos y la imposibilidad de asistir a clases presenciales empeoraron tanto los datos de salud de la infancia como los resultados académicos, aumentando el abandono escolar.

 “Junto con la ONG local Inepe atendemos a 660 niños, niñas y jóvenes de 0 a 18 años del sur de la ciudad de Quito que viven en situaciones de vulnerabilidad, padres y madres de familia, miembros de la comunidad, organizaciones populares, docentes y educadores, todo ello para brindarle a la infancia una educación integral de calidad y humana”, se lee en la página oficial de la organización. 

Cursos virtuales

Para conseguirlo, impulsan cursos virtuales para la formación y actualización en métodos pedagógicos de docentes de todo el país. También fomentan el aprendizaje musical y el desarrollo local mediante la protección ambiental, la mejora de las condiciones de vida y la puesta en marcha de proyectos de economía solidaria.

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Además, de la mano de la Fundación para el Desarrollo Humano Paulo Freire, impulsan la escuela de educación básica Mahatma Gandhi, que acoge a niños, niñas y adolescentes de los sectores marginales para potenciar su formación intelectual y emocional. 

Les acercan a la lectura con la Biblioteca Infantil Creativa ‘Mafalda Vive’ y fomentan el desarrollo de sus habilidades artísticas. El 25, 3% de los menores de cinco años presentan desnutrición crónica. El 40,7% de la infancia rural está por debajo de la línea nacional de la pobreza.

Alrededor de 360.000 niños y niñas son víctimas de trabajo infantil. Por ello, se dedican a rescatar los derechos de los infantes, sobre todo en el ámbito educativo. El grupo rehabilita aulas y forma a maestros en Malí, y construye letrinas, lavamanos y sistemas de captación de agua de lluvia para garantizar el acceso al agua en escuelas de Guatemala. 

Además, pone especial énfasis en la violencia sexual en la infancia y adolescencia que ocurren sin la actuación de la familia. La violencia sexual sobre la infancia es una grave vulneración de los derechos de los niños y niñas que la padecen y tiene importantes secuelas, tanto físicas como emocionales, a corto y largo plazo.

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