La ONG Refugio Pana rescata animales en situación de calle

En el corazón de Guayaquil existe una fundación que ha cambiado la vida de cientos de animales abandonados y maltratados. Fundación Refugio Pana (Protección y Ayuda a Nuestros Animales), fundada por Katiuska Delgado y con 15 años de gestión, es un testimonio de amor y dedicación hacia los perros y gatos que más lo necesitan.

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A la temprana edad de seis años, en su ciudad natal de Loja, rescató a su primer perrito con la ayuda de su padre. Aquel momento fue decisivo para ella, marcando el inicio de una vida dedicada al rescate y cuidado de animales en situación de calle. Ahora son 300 animalitos que esperan un lugar seguro.

“Rescatamos animales en situación de calle, lo rehabilitamos y buscamos áreas responsables para que ellos puedan tener una segunda oportunidad de vivir. En nuestra fundación no solo rescatan sino también, vamos a concienciar a la ciudadanía sobre la problemática social del maltrato que existe en nuestro país”, comenta Delgado. 

Es una ONG autofinanciada, es decir, todos los gastos corren por cuenta de sus tres líderes. “Mi mamá, mi novio y yo estamos a cargo de todos los gastos. La mayoría de ellos los afronto yo con mi trabajo de psicóloga clínica”, puntualiza.

En esa lucha por erradicar el maltrato animal, el equipo visita centros educativos, universidades y sectores vulnerables, por ejemplo: entrada de la 8, bastión popular, monte Sinaí, Juan Montalvo, Cisne 2, Fertisa, Floresta y Guasmo. Hay ciertas zonas que ya no acuden por temas de seguridad. En Durán y Daule, sobre todo, en recintos aledaños a Daule, se concentra abandono y maltrato a estos animales.

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Parte de su gestión, son las campañas de parasitación y esterilización. También involucran la red social, donde con el contenido de valor logran llegar a más población. A pesar de esos intentos, los desafíos están latentes en las donaciones. No llegan a números considerables de alimentos o artículos de limpieza. 

El grupo trabaja con pocos voluntarios, no son de forma activa y “en la actualidad algunos voluntarios no pueden ayudarnos porque tienen trabajo y eso impide que sean constantes”, acota. La organización cuenta con el programa de adopción ‘Adoptar es salvar’ y con un protocolo riguroso: entrevistas previas a la adopción. 

Una entrevista preliminar donde el postulante llena un formulario de adopción responsable. Luego verifican la información y dan paso una segunda entrevista con un acercamiento en el entorno familiar.

Llevan al animal al hogar y analizan su interacción. También entregan historia clínica y cuidados pertinentes. En la tercera entrevista dan una evaluación del proceso y solicitan la firma del acuerdo y seguimiento del caso. 

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