San Isidro Labrador
La oración a San Isidro Labrador.CANVA

La oración a San Isidro Labrador para que regresen las lluvias a Ecuador

La fe en el santo de los agricultores se aviva en momentos de escasez de lluvias y apagones

La sequía que afecta a gran parte de Ecuador ha puesto en alerta a miles de ciudadanos. Con ríos y fuentes de agua mermadas, apagones debido a la falta de generación hidroeléctrica y una crisis hídrica que golpea no solo a las ciudades, sino también al sector agrícola, muchos han recurrido a diversas maneras de afrontar esta difícil situación. Entre estas formas, la fe y las plegarias han ganado un espacio importante, destacando la oración a San Isidro Labrador, el santo patrono de los agricultores, como un recurso espiritual para pedir la ansiada llegada de las lluvias.

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San Isidro Labrador: el santo que transforma los desiertos en campos fértiles

Isidro de Merlo y Quintana, más conocido como San Isidro Labrador, nació en 1082 en Madrid, España. Desde joven, se dedicó a trabajar la tierra, un oficio que le acompañó toda su vida. Lo que le diferenciaba de otros labradores era su profunda devoción religiosa. Según la tradición cristiana, antes de comenzar su jornada, Isidro rezaba con fervor para que su día de trabajo fuera bendecido. Su fe inquebrantable fue clave en su vida, y los milagros atribuidos a él no tardaron en manifestarse, como la multiplicación de alimentos y la provisión de agua en momentos de extrema necesidad.

¿Por qué San Isidro es invocado para pedir lluvias?

En la tradición cristiana, San Isidro está ligado a la tierra, la agricultura y, por tanto, a los ciclos naturales. Se le venera como un protector de las cosechas y un intercesor en situaciones donde las inclemencias del tiempo ponen en peligro la subsistencia de quienes dependen de la agricultura. 

Oración a San Isidro Labrador para que llueva:

"Oh, San Isidro Labrador, patrono de los agricultores y protector de las cosechas, recurro a ti en este momento de necesidad. En este tiempo de sequía y falta de lluvia, te ruego que intercedas ante Dios para que nos envíe la bendición del agua.

Tú, que con tu labor agrícola fuiste capaz de obrar milagros y convertir desiertos en campos fértiles, te pido con fe y humildad que hagas que las nubes se llenen de agua y que la lluvia caiga sobre la tierra sedienta.

Que la lluvia caiga generosamente, nutriendo el suelo y dando vida a todas las plantas y cultivos. Que los ríos y las fuentes se llenen de agua, y que la esperanza renazca en los corazones de aquellos que dependen de la agricultura para subsistir.

San Isidro Labrador, te suplico que escuches mi petición y que, en tu infinita bondad, intercedas por nosotros ante el Todopoderoso. Confío plenamente en tu poder y en tu amor por los trabajadores del campo.

Gracias, San Isidro Labrador, por tu constante protección y por estar siempre dispuesto a auxiliarnos en nuestras necesidades.

Amén."

Mientras las autoridades buscan soluciones técnicas para enfrentar la escasez de agua y crisis energética, muchos ecuatorianos encuentran en la oración un espacio de consuelo, confiando en que la intervención divina, a través de San Isidro Labrador, pueda traer la lluvia tan necesaria para superar esta crisis.

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