
Pancreatitis, un dolor que puede llevarlo al quirófano
El consumo de alimentos ricos en grasa, el tabaco y las bebidas alcohólicas suelen ser las causas.
De imprevisto y fuerte. Así es el dolor en la parte alta del abdomen cuando los hábitos alimenticios y el estilo de vida no son como manda el doctor.
El páncreas suele ser uno de los órganos afectados, y su inflamación desencadena una pancreatitis que puede ser aguda o crónica. Aunque esta enfermedad desate una sensación de miedo, expertos recomiendan no dejar pasar tiempo para evitar graves desenlaces.
- Prevenir antes del tumor
Como todos los órganos del abdomen, el páncreas tiene una función importante en el cuerpo.
Miguel Soria Alcívar, médico gastroenterólogo y endoscopista, refiere que “cumple dos funciones: la digestiva, ya que produce sustancias exocrinas que se encargan de metabolizar los alimentos; y la hormonal, encargada de regular los niveles de insulina y glucagón”.
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Cuando se inflama, aparece repentinamente un dolor de intensidad posiblemente jamás experimentada. A esto se denomina pancreatitis aguda.
”En más del 60 % de casos, hay por lo menos un cálculo en el conducto por donde pasa la bilis o colédoco (coledocolitiasis). Debido a este atascamiento, el líquido biliar no puede ser trasladado al intestino como debe ser, entonces se regresa al páncreas y lo inflama”, explica.
Esto junto con otros factores de riesgo como la obesidad, la diabetes mellitus no controlada, el consumo en exceso de alcohol, comidas de alto contenido graso, entre otros; pueden desencadenar una pancreatitis crónica, cuando el tiempo de la patología del páncreas ha sido de larga data.
A fin de lograr un diagnóstico preciso, Soria sostiene que se debe hacer varios exámenes. El de sangre, para determinar aumento de los niveles las enzimas amilasa y lipasa, y las imágenes para completar los estudios”.
Un cuadro leve puede hacer que un paciente llegue a estar internado de 3 a 5 días, y uno grave hasta 2 meses hasta que se le dé el alta médica. Por ello se sugiere no hacer caso omiso al dolor abdominal difuso o en el centro del abdomen de larga data, ya que puede tratarse de una pancreatitis crónica, que puede desencadenar un tumor. Un diagnóstico precoz es ideal, para separarlo quirúrgicamente.
“El mejor tratamiento es la prevención, por ello, hay que mejorar los hábitos alimenticios y estilo de vida, bajo la guía de profesionales para que sea personalizado”, concluye.

- OJO CON LAS GRASAS
Si hablamos de prevención, hay que poner bajo la lupa los alimentos que se ingieren.
A criterio de Sussy Corral, nutricionista, “mientras menos alimentos etiquetados, procesados y ultraprocesados se consuma, mucho mejor”.
Agrega que “la dieta para cuidar el páncreas debe incluir alimentos bajos en grasas saturadas y trans, así como carbohidratos más fibrosos o proteicos (granos y cereales integrales como la avena, quinoa, arroz integral), frutas y vegetales”. Pero, ojo: hay que evitar la ingesta de grandes cantidades de frutos secos. “Todo con moderación”, advierte.
Las grasas que se elijan también tienen que ver. “Hay que priorizar el aguacate y el aceite de oliva (una o dos veces al día) y descartar los de mala calidad, como los de soya, maíz y palma”. Y no olvidar, el azúcar. “Ante un consumo diario mayor al 5 % recomendado por la OMS, el hígado convierte esos azúcares en glucógeno que luego pasarán a ser grasas y serán receptadas por el páncreas”. Por eso, mucho cuidado con los postres, especialmente aquellos que estén de moda.
Y aunque suene repetitivo, se debe comer de 4 a 6 veces al día. “No es bueno pasar todo el día con una comida y luego tener un atracón de alimentos. El organismo no lo va a soportar”, dice Corral entre sus recomendaciones que vienen bien para niños y adultos, ya que nadie está exento de una pancreatitis.
“Si tuviéramos una alimentación sana y sin excesos de alcohol y tabaquismo, el páncreas y los demás órganos funcionaran mejor”, sostiene.

- A MEJORAR HÁBITOS
De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de cigarrillo en Latinoamérica es liderado por Argentina, Chile y Uruguay; mientras que de alcohol, las cifras las encabezan Argentina, Ecuador, Brasil y Chile.
Estas demandas serían algunos de los factores desencadenantes para la pancreatitis crónica (PC). Estudios epidemiológicos desarrollados en la última década, como el de North American Pancreatic Study identifican el alcohol como factor de riesgo, independientemente de edad, sexo, índice de masa corporal, únicamente cuando esta es superior a cinco bebidas de alcohol (unos 12 g) al día.
Y el hecho de que la mayoría de sujetos bebedores sean también fumadores, los diversos trabajos han demostrado que el cigarrillo es una causa mayor de PC.
- FACTORES DE RIESGO
El desarrollo de una pancreatitis tiene entre sus causas los malos hábitos en estilo de vida y alimentación. Aquí algunos ejemplos:
- Alto consumo de carnes rojas y procesados (embutidos), Sobre todo cocinados en modo frituras.
- Alimentos y refrescos azucarados. Incluye desde dulces y snacks hasta bebidas envasadas.
- Sedentarismo. La falta de ejercicios aumenta el estado inflamatorio del cuerpo.
- Consumo de alcohol. Tomar constantemente bebidas alcohólicas aumenta el riesgo y, si se combina con cigarrillo, el riesgo es mayor.
- Diabetes tipo 2. Conocida como Mellitus, aumenta el riesgo de 1.5 a 2 veces.
- Parasitosis.