Pautas para evitar que el glaucoma te 'robe' la visión
Actúa silenciosamente. La visión que hurta es irrecuperable. No tiene cura, pero se puede controlar si se detecta a tiempo.
La vista es uno de los sentidos más importantes del ser humano. Te da independencia para movilizarte a dondequieras y sobre todo, te permite disfrutar de la vida a color, por eso conservarla en buen estado es fundamental.
Sin embargo, hay que estar atentos ante enfermedades temibles como el glaucoma (conocido como 'el ladrón silencioso') que daña el nervio óptico, "debido a la elevación de la presión ocular, produciendo una pérdida lenta y progresiva de la visión periférica que es irreversible e irrecuperable.
De allí la importancia de un diagnóstico precoz y manejo adecuado de la misma", explica el doctor Eduardo Viteri, director del Centro Oftalmológico Humana Visión, y miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Oftalmología (SEO).
El especialista hace hincapié en la necesidad de prevenir a tiempo. Y acudir a consulta oftalmológica si tienes estos factores de riesgo.
- Componente hereditario. Las personas que tienen un familiar consaguíneo cercano como padre, madre o hermanos que sufran de glaucoma deben consultar y realizarse exámenes con relativa frecuencia. Si son menores de 45 años acudir a controles médicos cada dos años.
- La edad. Mientra mayor es la persona, mayor es el riesgo de sufrir elevación de la presión ocular y que esta produzca daño. En mayores de 45 años con familiares consaguíneos cercanos y directos con la afección, los controles médicos deben ser anuales.
- El ancestro afro americano. O la raza hispánica latina, las personas que han sufrido algún trauma directo en alguno de sus ojos, o procesos inflamatorios crónicos como uveítis, o defecto visual, ya sea miopía o hipermetropía elevados (en miopia por arriba de 5 dioptrías; y en la segunda arriba, 4 o 5 dioptrias).
Diagnóstico
La tecnologia láser para diagnóstico ha avanzado, muchos equipos permiten hacer tomografías del nervio óptico para detectar tempranamente alteraciones que puedan estar relacionadas con el glaucoma.
Tratamientos
Con gotas o colirios en combinación de estos, asociarlos con terapias laser y cirugías convencionales o el implante de ciertos dispositivos (aún en desarrollo), mediante cirugía microinvasiva.
Aunque diversos factores influyen en la progresión de la enfermedad al que más atención se presta es a la presión ocular porque es el único que se puede modificar significativamente y controlar con relativa facilidad
De ángulo estrecho
Entre los diferentes tipos de glaucoma, destaca el de ángulo estrecho, aunque no es el más frecuente, sí es el más peligroso porque predispone al desarrollo de ataques de glaucoma agudo (consiste en una elevación brusca y severa de la presión intraocular) que genera un dolor sumamente intenso, entre otros síntomas que pueden confundir al paciente y al médico.
La severidad de este cuadro puede destruir el nervio óptico entre uno o dos días con la pérdida, incluso, de la visión. Además otras estructuras del ojo sufren como el iris, la pupila. "Si se opera tardíamente se puede controla la presión pero las secuelas que quedaron son irreparables", explica el doctor Viteri, quien es delegado ante Ecuador de la Academia Americana de Oftalmología
En este tipo de glaucoma se debe hacer tratamientos preventivos con láser y cirugía. Los medicamentos son de poca ayuda.
Recomendaciones
Estos consejos de la Clínica Mayo pueden ayudarte a controlar la presión ocular alta o sencillamente a tener una buena salud ocular.
- Aliméntate de forma sana. Seguir una dieta saludable puede ayudarte a mantener tu salud, pero no va a evitar que el glaucoma empeore. Incluye alimentos con zinc, cobre, selenio y las vitaminas antioxidantes C, E y A.
- Haz ejercicio. Caminar, correr o hacer ciclismo pueden reducir la presión ocular en el glaucoma de ángulo abierto. Consulte con su médico
- Reduce el consumo de cafeína. Beber grandes cantidades puede aumentar la presión ocular.
- Duerme con la cabeza elevada. Está demostrado que usar una almohada que te permita mantener la cabeza ligeramente elevada, unos 20 grados, reduce la presión intraocular mientras duermes.