No permita que el pasado boicotee su presente
El aquí y ahora es tan valioso como para vivir dependiendo de los recuerdos. Nunca es tarde para volver a construir una nueva historia cada día.
Nuestra memoria es un baúl lleno de experiencias. De seguro, recuerda claramente su primer viaje fuera del país, el ascenso al trabajo soñado, su primera relación amorosa que duró por mucho tiempo o esa Navidad en la que disfrutó con toda su familia. Pero... ¿qué pasa cuando está mental y emocionalmente anclado en el pasado deseando retroceder el tiempo? ¿Por qué algunas personas desean convertir las vivencias antiguas en su presente y no aceptan complemente la realidad en la que se encuentran?
Según la psicóloga clínica y terapeuta Leticia Ortega, quienes pasan permanentemente pensando en el pasado no logran estar en paz y boicotean inconscientemente su presente porque los recuerdos no permiten que tengan una vida plena en el ejercicio de actividades diarias. Es que, sea que se aferre a una etapa positiva (y siente que no va a poder volver a experimentar algo así) o negativa (al sentir culpabilidad, remordimiento o frustración de una mala decisión), esto podría hacer que se cree un obstáculo al querer cumplir con nuevas metas.
“Es altamente nocivo porque nos neguemos el derecho de vivir en el presente y a no tener una salud mental adecuada”, dice Ortega. Refugiarse en otra etapa, “sin vivir el aquí y el ahora”, puede llegar a ser un obstáculo para desarrollar nuevos objetivos sea en el ámbito personal o profesional. Además, corre el riesgo de no poder crear relaciones interpersonales sanas.
Claves para soltar…
La especialista recalca que cualquier experiencia previa debe ser vista como un aprendizaje, mas no debe quedarse anclado en ella.
En el caso de que no pueda dejar el pasado a causa de un suceso triste o malo, lo primero que debe hacer es asumir el compromiso de olvidar los rencores o resentimientos que tenga hacia otras personas. Vivir rememorando aquello que lo hizo sufrir, impide que se cierren esas heridas.
“Si fue usted quien cometió un error, dese la oportunidad de perdonarse a sí mismo, una caída no lo define para siempre quién es como ser humano”, añade. Véalo como una oportunidad de crecer como persona y deje atrás frases como: “Si mi infancia hubiese sido mejor… “si yo no me hubiera casado tan joven...”, o “si pudiese volver con mi expareja todo sería diferente...”.
Concéntrese en metas actuales para que sean las nuevas experiencias las que guíen sus acciones. Disfrute de su presente, mantenga una actitud positiva, tome conciencia de lo afortunado que es de estar con vida, de lo afortunado que es vivir junto a sus seres queridos y sobre todo, recuerde que la felicidad no está en las cosas materiales o algún suceso en específico, depende 100 % de uno.
Tampoco se agobie por el futuro
Pensar constantemente acerca de lo que pasará en las semanas o meses próximos, también puede hacer que aumente la incertidumbre y tensión en su rutina. En muchos países, la pandemia ha desencadenado una crisis económica, social y de salud; y por eso, existen personas que no logran vivir el aquí y el ahora por la ansiedad o miedo de una posible inestabilidad.
“En prepandemia también nos enfocábamos en el futuro, pero lo veíamos con otros ojos, con menos preocupaciones y menos cambios en tan poco tiempo. La sensación actual es de no fiarse de que las cosas vayan a salir bien. Y esto tiene todo el sentido del mundo visto todo lo que hemos experimentado en el último año”, indicó el psicólogo clínico Alejandro Pereira Zambrano en un artículo al medio español, Condé Nast Traveler.
No por nada, la Organización Mundial de la Salud reconoció el término ‘fatiga pandémica’ ya que existen quienes se mantienen en un constante estado de alerta y agobio. No se estrese por lo que aún no ha pasado y practique diariamente la frase “un día a la vez”.
El amor propio es clave
Dismorfia por Zoom, un peligro silencioso
Leer másSanar heridas del pasado y cultivar el amor propio ayuda a fortalecer la autoestima, fomentar el crecimiento personal y profesional. Además, es de gran ayuda para no caer en la necesidad de suplir un vacío emocional con una persona o situación externa.
Debe saber
En casos severos, en los que la persona se aleja de su círculo social o se le dificulta realizar sus actividades diarias, es recomendado acudir a un especialista. El psicólogo lo puede ayudar a encontrar el epicentro de su problema y poder sobrellevar esa etapa poco a poco.
Recuerde, permanecer en la tristeza o depresión es un error porque, por más que se desee, no se puede viajar al pasado.
Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora”.