Cuándo el perro y el gato deben ir con el psicólogo
Los animales de compañía también tienen emociones. Etólogos y profesionales en entrenamiento y comportamiento canino son quienes acuden al auxilio
Podría decirse que los etólogos son los ‘psicólogos’ de los animales porque saben diagnosticar los motivos que les hacen volverse agresivos, sufrir estrés y hasta autolesionarse por frustración o ansiedad, problemas que se han hecho cada vez más frecuentes en tiempos de pandemia. En Guayaquil, también se ha vuelto una opción.
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Leer másLa pregunta es ¿cuándo mi perro o mi gato requiere ir al psicólogo? Bianca Salame, guayaquileña y exmiss Ecuador Internacional 2005, estudió a distancia la carrera de Psicología y Comportamiento Felino en una universidad de Escocia. Aclara que a los animales de compañía no se los lleva al psicólogo como podría imaginarse. Es el cuidador que se prepara e informa con el fin de tener herramientas para una convivencia saludable. “Se trabaja con los tutores”.
Melissa Vélez Schemankewitz es una psicóloga clínica graduada en la UEES, con estudios en comportamiento y entrenamiento canino en la Highland Canine Training School for Dog Trainers de Carolina del Norte (EE. UU.), señala que los perros y gatos por supuesto que son capaces de llevar un proceso terapéutico, “solo que es diferente al proceso de una persona en terapia con un psicólogo”.
Ella también afirma que es el dueño del animal de compañía "quien tiene que cambiar hábitos para que su perro o gato tenga mejoría en su tratamiento”.
Perros que ladran o aúllan en exceso y aparentemente sin motivo o que destrozan el mobiliario y enseres de las casas; gatos que arañan en demasía, son algunos de los casos que llegan a las consultas de los etólogos y que la mayoría de las veces llevan aparejados problemas físicos, pero otras obedecen a episodios de estrés o ansiedad de los animales.
Las alteraciones más conocidas son la ansiedad por separación en perros y la micción inadecuada en gatos. "Los perros son seres sintientes, muy inteligentes, capaces de tener muchas emociones y noción de los eventos. Lo que les afecta sobre todo son los cambios bruscos de rutina (por ejemplo, pasar de hogar en hogar, la muerte de su dueño, etc). Pueden sufrir de ansiedad, estrés crónico, fobias e incluso depresión temporal", agrega Melissa Vélez.
¿Cómo trabajan los etólogos y adiestreadores? Hay varias modalidades, comenta Melissa Vélez, pero lo común es que el especialista ejecute un trabajo individual privado (a domicilio) o se envíe al animal a las escuelas caninas de internado.
Los perros y gatos también impactan al medio ambiente
Leer más“Por lo general un etólogo o adiestrador visitará la casa del perro y hará una evaluación de la familia y la mascota. Las sesiones se darían en el ambiente del perrito, es decir donde vive y expresa sus conductas habituales”, explica esta etóloga.
En el caso del trabajo que se cumple en las escuelas ahí también se evalúa al perro y a la familia, pero el perro se interna para un programa intensivo. “Es importantísimo recalcar que en ambos programas la familia se debe involucrar y participar del entrenamiento y modificación conductual. De lo contrario, no hay cambios”, aclara Melissa Vélez.
A ponerle atención.
- La agresividad desmedida en perros. Muerden mucho, por miedo la mayoría de las veces, pero también porque esa actuación les reporta beneficios: quiero esto, muerdo y mi dueño me lo da.
- Tienden a orinarse en lugares inapropiados, aunque en ese caso el especialista lo atribuye a un episodio de ansiedad.
- Al etólogo hay que acudir siempre que se observe que la conducta del animal no es correcta. Se consulta primero al veterinario que derivará el caso al etólogo, el único capacitado para recetar terapias y tratamientos en estas patologías.