El peso del liderazgo: La carga emocional no reconocida de los jefes

En la cultura laboral, solemos idealizar el liderazgo como el camino al éxito, el reconocimiento y el logro de metas. Sin embargo, el liderazgo también implica una serie de desafíos poco reconocidos que pueden impactar significativamente la salud mental y emocional de quienes ocupan cargos directivos. Ser jefe no es solo una responsabilidad, sino una carga con implicaciones que muchos no alcanzan a comprender. La psicoterapeuta especializada desarrollo cognitivo Sandra Castillo cree que "En el caso de los líderes, a menudo se pasa por alto la responsabilidad hacia el equipo. Aunque existen diferentes estilos de liderazgo, uno positivo y centrado en el crecimiento del grupo implica la responsabilidad de ayudar a todos a alcanzar las metas propuestas. Esto puede generar altos niveles de estrés, atrapándolos en un ciclo constante de enfoque exclusivo en lo laboral".

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Los líderes modernos se enfrentan a la presión de tomar decisiones en tiempo real en un mundo donde la incertidumbre es la constante. Según un artículo de Harvard Business Review, este tipo de liderazgo exige una adaptación continua y un nivel de rapidez que puede resultar agotador. Los líderes deben actuar de inmediato sin disponer siempre de información completa, lo que los hace más vulnerables a críticas y errores.

¿Qué es la soledad del liderazgo?

Ser jefe implica un grado de soledad emocional, ya que las decisiones y desafíos a menudo no pueden compartirse completamente con el equipo. El líder no solo debe mantener la calma frente a las crisis, sino que también debe ser la figura de apoyo emocional para su equipo, sin importar las dificultades que pueda estar atravesando personalmente.

Ellos también tienen la responsabilidad de tomar decisiones difíciles que afectan directamente a las personas bajo su cargo, como despidos o cambios que pueden generar resistencia. "El estrés constante puede desencadenar una falta de regulación emocional, provocando estallidos frecuentes y, en consecuencia, un ambiente laboral negativo. Por ello, es crucial reconocer las emociones, gestionar las respuestas habituales y realizar ajustes que faciliten un mejor manejo de los desafíos", añade la experta.

Liderazgo: la importancia de la autogestión y el autocuidado

Liderar implica desarrollar una fuerte autogestión para no desmoronarse frente a las adversidades, pero también demanda la necesidad de un autocuidado constante. Muchos líderes pasan por alto sus necesidades personales, priorizando siempre las de su equipo o empresa, lo que puede llevar a un desequilibrio mental y físico. Para esto la psicoterapeuta comparte que es recomendable "Respirar, hacer ejercicios de respiración no solo en momentos de crisis, sino generar tiempos para reenfocarnos. Hay varios ejercicios muy adecuados para soltar emociones y salir de crisis".

1. Inhalar contando hasta 6 (puede ser hasta 8 o 10) y exhalar en la mitad del tiempo
2. Respirar abdominalmente, llevando la mirada hacia arriba a 45 grados (esto permite salir del caos, del loop de la crisis)
3. Hacer contacto sensorial, observar, determinar aromas, tocar texturas
4. Es importante que se den pausas activas reales, muchos jefes las hacen cambiando de tarea y eso en lugar de generar calma, a la larga empeora las cosas. Y claro siempre es importante buscar ayuda profesional.

Si bien el liderazgo ofrece oportunidades de crecimiento y satisfacción, también acarrea una carga invisible que rara vez es reconocida. Los líderes necesitan más comprensión y apoyo tanto de sus equipos como de la cultura empresarial en general. 

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