Ellos ponen a Guayaquil por lo alto

Guayaquil, “la tierra de las bellas palmeras”, como la bautizó una popular canción, se aproxima a celebrar 488 años de fundación. Por esta razón, hemos volteado la mirada a la esencia de sus habitantes, quienes sin importar sus amores y desamores, tristezas y alegrías, salen adelante.

Así son los guayacos. Se consideran trabajadores, solidarios, sonrientes, muy originales, pero también líderes que saben llevar el nombre de su ciudad con orgullo.

En SEMANA dialogamos con jóvenes que están destacando en diferentes rubros y cuyo éxito ha hecho que se ponga a Guayaquil en la mira. ¡Aplausos y orgullo por ellos y la nueva generación que se sume!

• Desde el cine y las producciones 

Entrevistamos al multifacético Alberto Pablo Rivera. Cineasta, actor y guionista, tiene una larga historia creativa desde su querida Guayaquil. “Aquí en la ciudad hay varias realidades, contextos, clases sociales, costumbres, que siguen asombrándome”, dice.

Ese ha sido su punto de partida para la realización de series y filmes. Como parte de su trabajo destacan ‘Max y los Wharevers’ o ‘Sexy Montañita’, que fue exhibida en Colombia, España y Argentina. Asimismo, ‘Guayaquil Love’ y ‘Bomba molotov’, obra en la que pudo exhibir a la ciudad encerrada por la pandemia. El éxito fue tal que ganó un laurel, fue proyectada en el Berlin Indie Film Festival y también fue escogida como la mejor cinta en The International Film Operations de Orlando en Estados Unidos y BASIFF de Ecuador.

La lista continúa. Ha hecho más de 20 filmes originales para su plataforma streaming de cine Pop Up Cinema, con el objetivo de posicionar nuestra ciudad ante el mundo. Y actualmente ha terminado de escribir el guion de su primera película en inglés. Eso ocurre a la par de que dirige comerciales y videos musicales para clientes internacionales. Su creatividad es imparable. De esta forma trata de inspirar a otros. “Me da gusto saber que en Guayaquil tenemos la tecnología, talentos y visión para entregar productos con estándares internacionales”, concluye.

• El gran Iroman

El nombre de Armando Matute ha sido protagonista de los titulares de la prensa tras darle a Ecuador su primer título de Ironman 70.3. El guayaquileño hizo historia el pasado domingo en Manta. Y suma este triunfo al resto de logros que viene obteniendo desde su adolescencia.

Dice que su pasión por el deporte se fue forjando desde su niñez en Guayaquil. “Nosotros vivíamos al inicio en Sauces 4 y luego pasamos a un barrio llamado San Ignacio del Loyola (por la entrada de la 8). Entonces mi madre, para mantenerme ocupado, me apuntó a karate, fútbol, ajedrez, waterpolo...”, recuerda. El interés por el triatlón, en cambio, llegó mientras estudiaba en el colegio Teniente Hugo Ortiz. En esa piscina empezó a nadar, sin imaginar que se convertiría en deportista. El camino empezó en el 2008, al formar parte de Fedeguayas, y luego en la Federación Ecuatoriana de Triatlón.

Sin embargo, 2023 es el año en que mejor le ha ido. Ha participado en siete competencias, desarrolladas en diferentes países, donde ha buscado puntos para clasificar a los Juegos Olímpicos. “Mi preparación general ha sido en Guayaquil. En la ciudad tenemos un montón de piscinas para entrenar. He hecho carrera en las pistas del estadio Modelo, así como el parque Samanes. Y he rodado (se refiere al ciclismo) en las calles de vía a la costa”, detalla.

Ahora se alista para una copa del mundo en Corea, luego irá a un Panamericano en México y después a una copa continental en Colombia, siempre llevando con orgullo la bandera de Ecuador y, sobre todo, su esencia guayaca. “Yo soy guayaquileño de cepa, alegre, cargoso, soy de comer encebollado... Yo no me olvido de mis orígenes y quiero que mi trabajo marque un precedente para los más jóvenes. Guayaquil también puede tener muy buenos atletas”, dice con certeza.

• Con amor y sazón

Nacida y criada en Guayaquil, de chica Francesca Ferrero pasaba sus horas libres en las cocinas de sus abuelas. “Desde muy niña a mí me encantaba hacer comida típica... Y asimismo, ir a las huecas”. Años después empezó a trabajar en la cevichería de su mamá, que estaba ubicada en plena Víctor Emilio Estrada, en Urdesa.

Sin embargo, en la adultez nunca se imaginó fundar su propio restaurante. Más aún siendo médica. “Tuve dos embarazos seguidos y tomé la decisión de ponerle un ‘stop’ a las consultas médicas”, cuenta. Es así que se reinventó y creó el restaurante Morogrill. “Quise honrar mis raíces y cultura... Para eso, he ido rescatando los sabores típicos y los he conectado con las tendencias gastronómicas”. En ese camino, creó el ‘sartenazo’, un plato que es una oda a los 200 años de historia que tienen el arroz con menestra y el moro, el cual se llevó la Estrella Culinaria de Bronce en la IX Feria Gastronómica Internacional Raíces.

Tras ese éxito sigue soñando en grande. “Quisiera potenciar nuestras tradiciones guayacas en el extranjero... Mi sueño es abrir una sucursal en Estados Unidos y, quizás, en alguna ciudad europea”. De alguna manera Francesca refleja ese ímpetu de la mujer guayaquileña por salir adelante. “Me gusta ser ejemplo y trato de dar el mensaje desde lo que viví. Rendirte no es una opción, siempre vas a encontrar una oportunidad... Y Guayaquil es una ciudad de oportunidades”, menciona orgullosa.

• Belleza con diversidad

Andreína González posee un currículum que resulta difícil de resumir en pocas líneas. Es abogada empresarial, modelo, Miss Panamerican 2023, asesora de imagen y emprendedora de una línea de ropa. Ella vive en constante movimiento. Se podría decir que su presencia más fuerte en la esfera pública se dio en el 2021, cuando inició un proyecto personal enfocado en que la belleza está en la diversidad. Cortó su melena alisada con keratina, para dejar que crezca su cabello afro y natural. Ese mensaje de amor propio llegó a las redes sociales y hoy tiene miles de seguidores.

Su aporte desde las plataformas digitales, así como trayectoria en modelaje y certámenes de belleza, hizo que esta guayaquileña fuera premiada y reciba un reconocimiento en los American Global Awards, celebrados en Houston durante este 2023.

Desde sus redes sociales también pone en la mira a su ciudad natal. “Instagram es una ventana al mundo entero y por eso me gusta fotografiarme desde diferentes rincones de la ciudad para que quien me siga de otros lugares, diga: Yo quiero conocer Guayaquil”.

Todo lo que viene forjando demuestra de qué están hechas las guayaquileñas. “Nosotras no nos quedamos en un solo sitio. Somos multifacéticas, creativas, aguerridas... Pero también algo que logro rescatar es que somos muy solidarias entre nosotras. Y eso nos hace crear cosas grandiosas en pro de Guayaquil”.