Cómo hacer tu banco de leche materna en casa

Los bancos de leche materna caseros pueden ser de gran ayuda por diferentes motivos, entre ellos, si la mamá requiere volver a incorporarse en su vida laboral y no puede estar de forma permanente durante las horas que debe alimentarse su bebé. Así lo resalta la nutricionista Allison Santillán, especialista en nutrición materno-infantil.

Por eso, la experta menciona que para iniciar la recolección existen dos métodos: con la máquina extractora de leche o al estimular con sus propias manos las glándulas mamarias. “A veces como el extractor no es lo suficientemente eficiente para una salida rápida de la leche y se necesitan de varias rondas de extracciones en el día. Una opción es iniciar haciéndolo por 15 minutos, esperar tres horas y luego volverlo a intentar por 15 minutos más. Así, poco a poco va a acumular una mayor cantidad”, explica Santillán.

Cómo guardarla

Una vez extraída, puede guardarla en bolsas recolectoras libres de BPA (químico bisfenol A), o botellas de vidrio con tapa plástica rosca (esterilizadas).

Tiempo de conservación

La duración varía dependiendo del lugar donde se guarde:

• Hasta tres días: Si se guarda en la refrigeradora.
• Hasta cuatro meses: Si usa un congelador regular debe colocarla en repisas alejadas de los otros productos alimenticios. De lo contrario, puede haber contaminación cruzada.
• Hasta un año: Si tiene en un congelador tipo industrial, de uso exclusivo para la leche, la temperatura debe ser de -18 grados centígrados.

Recuerde

Etiquetar o rotularla con la fecha de extracción y de posible vencimiento. De esa forma, evitará que se desperdicie. Así podrá tener un control fijo del tiempo de vida útil de la leche recolectada, aconseja Santillán.

¿Cómo descongelar?

Si va a utilizar una de las provisiones que guarda en su congelador, lo primero que debe hacer es colocar la bolsa recolectora o el envase de vidrio en la refrigeradora por al menos 12 horas. Luego, puede calentar la leche en baño maría o un calentador de biberones.

Jamás la coloque directamente en una olla o en el microondas porque se podría alterar y perder las propiedades nutricionales. Si una vez caliente, nota que el líquido tiene una separación de sustancias y tiene un olor extraño, es preferible no utilizarlo.

Cuidado con la higiene

“Una de las razones de que la leche se dañe, se corte o huela mal es porque al momento de la extracción no existió una correcta higiene por parte de la mamá”, asiente Santillán. Por eso, la experta recomienda que todos los materiales deben ser previamente esterilizados y el procedimiento debe ser hecho en un lugar limpio. Evite hacerlo en un baño porque es un espacio con alto riesgo de contaminación a causa de las bacterias.