¿Por qué no se cumplen mis propósitos de Año Nuevo? Aquí la respuesta
Establecer propósitos de fin de año es un proceso, y es normal experimentar altibajos. La clave es ser paciente y persistente
Los nuevos comienzos, como Año Nuevo, un cumpleaños o incluso los lunes, son momentos que ofrecen una motivación adicional para abordar objetivos importantes, ya que permiten a las personas sentir que pueden dejar atrás los fracasos del pasado.
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Leer másExiste una creencia generalizada de que el 80 % de las resoluciones de Fin de Año se abandonan en febrero. Aunque no hay un estudio científico que confirme esta cifra con precisión, diversas fuentes, como artículos de prensa, blogs y sitios web de autoayuda, respaldan esta idea.
Por ejemplo, todos estos artículos coinciden en sus conclusiones: un artículo de Forbes de 2019 cita una encuesta de Nielsen; otro de Time de 2018 se basa en datos de Strava; un tercero de MindBodyGreen de 2017 menciona una encuesta de YouGov con resultados similares; por último, un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychology en 2015 encontró hallazgos consistentes.
Es importante tener en cuenta que estas fuentes no proporcionan información detallada sobre los métodos de investigación utilizados para obtener estas estadísticas, y es posible que las encuestas hayan sido realizadas con muestras limitadas o no representativas. Además, que las estadísticas pudieron variar dependiendo de la fuente y el método de investigación utilizado.
¿Por qué febrero parece ser un mes crítico para el abandono de las resoluciones? La respuesta es porque la novedad de establecer resoluciones puede desvanecerse después de un mes o dos, mientras que la realidad de la vida diaria y las responsabilidades hace que sea más difícil mantenerlas. Además, la falta de resultados inmediatos puede generar desmotivación y llevar al abandono de las metas.
Recomendaciones de un experto
Mark Hyman, M.D., es un reconocido doctor norteamericano, autor y experto en medicina funcional, con un enfoque que se centra en tratar las causas subyacentes de las enfermedades y no solo los síntomas. Es conocido por su trabajo en el ámbito de la nutrición, la salud integral y la prevención de enfermedades crónicas. El cree que las resoluciones se pierden, no por la falta disciplina, sino porque no están diseñadas teniendo en cuenta nuestro cerebro y biología.
El cerebro es un órgano eficiente, lo que significa que resiste el cambio. “Los hábitos están arraigados en los ganglios basales, el sistema de piloto automático del cerebro. Cuando se intenta cambiar demasiadas cosas a la vez, la corteza prefrontal (la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones) se sobrecarga. Sin victorias rápidas ni refuerzos, el cerebro vuelve a los patrones antiguos”, indica Hyman.
El autor de varios libros sobre salud y bienestar, explica que “cuerpo y la mente prosperan con la rutina. Si la meta es perder 10 libras, entonces hay que planificar cinco comidas balanceadas a la semana, programar entrenamientos y registrar el progreso a diario. Además, hay que crear hábitos que con el tiempo se sientan sin esfuerzo, como preparar las comidas con antelación o meditar por la mañana”.
Además, el cerebro funciona con dopamina, el neurotransmisor del bienestar. “Se debe establecer pequeños hitos alcanzables para activar su liberación. Por eso es importante celebrar cada logro, como completar la primera semana de entrenamientos constantes y evita castigar los deslices. Esto mantiene el cerebro comprometido y motivado a largo plazo”.
Reconoce que es más probable que la persona tenga éxito cuando alguien lo está observando. “Compartir las metas con un amigo o unirse a una comunidad de apoyo, es una excelente idea. También se puede utilizar herramientas como rastreadores de hábitos o aplicaciones para monitorear visualmente el progreso. Una vez por semana reflexionar sobre los logros y ajustar los desafíos. Involucrar a otras personas refuerza las vías neuronales que respaldan el cambio positivo.
Por último, recuerda que la investigación muestra que conectar las metas con un propósito más profundo mejora el éxito. “¿Quiere sentirse con energía para jugar con sus hijos?, ¿quiere evitar enfermedades crónicas?, ¿quiere presentar su mejor versión en el trabajo y las relaciones? Los ‘por qué’ lo anclan cuando la motivación se desvanece”.
¿Por qué no se cumplen las resoluciones?
- Falta de planificación y objetivos claros: Establecer resoluciones vagas o imprecisas hace difícil medir el progreso y mantener la motivación.
- Expectativas poco realistas: Algunas personas establecen metas demasiado ambiciosas o irreales, lo que puede llevar a la frustración y el abandono.
- Falta de motivación y compromiso: La motivación inicial puede disminuir con el tiempo, especialmente si no se ven resultados inmediatos.
- Hábitos arraigados: Los hábitos y comportamientos establecidos pueden ser difíciles de cambiar, especialmente si se han mantenido durante mucho tiempo.
- Falta de apoyo: No tener un sistema de apoyo o rendición de cuentas puede hacer que sea más fácil abandonar las resoluciones.
- Enfoque en la perfección: Sentirse abrumada para ser perfectos en su cumplimiento de las resoluciones, puede llevar a la desmotivación.
- No establecer un plan de acción: No tener un plan de acción claro y específico puede hacer que sea difícil avanzar hacia las metas establecidas.
- No ser conscientes de los obstáculos: No estar preparados para los obstáculos y desafíos puede hacer que sea más difícil mantener las resoluciones.
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