La realeza y los Juegos Olímpicos
Participar en este evento deportivo ha sido tradición para algunas familias de la monarquía. Con ello queda claro que ganar una medalla va más allá de ser o no de sangre azul...
El mundo todavía tiene una semana para disfrutar de lo que significa la competencia a su más alto nivel. Los Juegos Olímpicos 2021 que se desarrollan en Tokio no cuentan este año con un miembro de la realeza, tal vez a causa del coronavirus. Pero lo cierto es que en otros años, príncipes y princesas han demostrado su talento en deportes como vela y equitación. SEMANA hace un recuento de algunas de las ediciones anteriores en las que participaron.
Sofía de Grecia
Quien fuera reina consorte de España, al estar casada con el rey Juan Carlos I, fue parte del equipo griego de vela en los juegos realizados en Roma (1960). Tenía 22 años y su papel fue de suplente. Su hermano, Constantino II de Grecia, también participó ese año en el mismo grupo y se llevó la medalla de oro.
Tres años antes de ser rey de España, ya don Juan Carlos había participado en los Juegos Olímpicos de 1972, como parte del equipo de vela en la clase Dragón y quedó en el puesto número 15.
La hija de ambos, la infanta Cristina, continuó con la tradición familiar y participó en Seúl 1988. Fue elegida para portar la bandera durante el desfile de naciones en la inauguración de los Juegos.
Princesa Charlène de Mónaco
Ella y su esposo, el príncipe Alberto de Mónaco, son conocidos como la pareja olímpica por excelencia. Se conocieron durante un Encuentro Internacional de Natación de Montecarlo en el año 2000. Ese mismo año, ella representó a Sudáfrica en natación (en Sídney) y consiguió el quinto lugar en los relevos de 4×100 metros.
Alberto compitió en las ediciones de 1988 y 2002 (en bobsleigh, deporte olímpico de invierno). Ahora es miembro del Comité Olímpico Internacional.
Princesa Ana de Inglaterra
La hija de la Reina Isabel II fue la primera persona de la familia real británica en participar en los Juegos Olímpicos. Lo hizo en 1976, en Toronto. Con 26 años, concursó en las competencias de equitación individuales (quedó en la posición 24) y grupales (terminó en el noveno puesto).
Su exesposo, el capitán Mark Phillips, la apoyaba en el deporte y la acompañó en la cita olímpica. Un año antes de casarse, él ganó una medalla de oro en la misma disciplina en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. En 1988, obtuvo la de plata en Seúl.
La hija de ambos, Zara Tindall, fue seleccionada para participar en Pekín 2008, pero una lesión de su caballo Toytown le impidió hacerse presente. Su debut se dio en Londres 2012, en la categoría Concurso completo por equipos, donde consiguió medalla de plata montando a High Kingdom.
El rey Felipe
Su madre, padre, tío y hermana han sido regatistas olímpicos y él no se quedó atrás. De hecho, ha sido él quien consiguió la mejor posición. Lo hizo en los Juegos Olímpicos de 1992, en Barcelona, cuando el entonces príncipe obtuvo el sexto puesto en la clase Soling de vela. Como era de esperarse, fue el abanderado de España.
