Cómo reconocer y actuar ante un infarto: guía esencial para prevenir daños
El deterioro cardíaco por falta de oxígeno es una emergencia médica que requiere detección y acción rápida para salvar vidas
Conocido comúnmente como ataque al corazón, el infarto al miocardio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Aunque a menudo se asocia con un dolor torácico intenso, los síntomas pueden variar considerablemente y no siempre son fáciles de identificar. Este trastorno cardiovascular ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia el corazón se interrumpe, privando al músculo cardíaco de oxígeno y nutrientes esenciales.
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Leer másLa rapidez con la que se detecta y trata el infarto es crucial para salvar vidas y prevenir daños irreparables al corazón. En este artículo, SEMANA explora junto a dos cardiólogos, sus causas, síntomas, factores de riesgo y las medidas de prevención y tratamiento que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Reconocer un infarto
Según el Dr. Joffre Lara Terán, "el síntoma típico de un infarto es un dolor al pecho habitualmente opresivo que se puede irradiar al brazo izquierdo, al cuello o a la espalda y se acompaña de sensación de dificultad respiratoria, sudoración fría, palidez, náusea y puede llegar al vómito".
Sin embargo, también existen formas atípicas de presentación, especialmente en pacientes diabéticos y adultos mayores, quienes pueden no experimentar el dolor torácico clásico y, en su lugar, presentar dificultad respiratoria o debilidad sin dolor asociado.
No es raro que los pacientes que sufren un infarto al miocardio hayan experimentado dolores en el pecho previos, generalmente asociados con actividades físicas o emocionales, los cuales no fueron evaluados de manera adecuada. Sin embargo, como señala el doctor Lara, "lo más importante es la prevención del infarto".
Para ello, es fundamental controlar factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes mellitus, la obesidad, el sedentarismo y una nutrición inadecuada. Si estos factores fueran controlados, se reduciría significativamente la probabilidad de un infarto, aunque también existen componentes no modificables, como la edad y la genética, que deben ser considerados.
El infarto de miocardio, por tanto, es el resultado de la falta de control sobre estos factores de riesgo y de una evaluación médica periódica que permita implementar diagnósticos y tratamientos oportunos. La clave para reducir su incidencia radica en la prevención y el manejo adecuado de los riesgos cardiovasculares.
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Leer másAdemás, el doctor Lara recalca que la diferenciación entre los dolores en el pecho de origen gastrointestinal y aquellos causados por un infarto no es sencilla y se debe tener en cuenta factores de riesgo y la edad del paciente. Sin embargo, explica, "los dolores al pecho relacionados con el reflujo suelen tener características de ser un ardor en el pecho y aliviarse con la expulsión de gases".
". A pesar de estas características, es esencial que cualquier dolor torácico en un paciente con factores de riesgo sea evaluado por un médico, ya que podría tratarse de un infarto. De hecho, muchos pacientes retrasan la consulta médica por suponer que el dolor tiene un origen gastrointestinal, cuando en realidad puede ser un infarto al miocardio.
¿Cómo actuar en caso de infarto?
Si sospecha que usted o alguien más está teniendo un infarto, es crucial actuar rápidamente. Según el Dr. Ricardo Mármol Alvear, "si una persona está sola, lo más importante es inmediatamente tomar el teléfono y llamar al 911 para pedir auxilio, luego masticar una aspirina (no deglutir) y por último es muy buena práctica recostarse".
Esto es especialmente importante si la persona tiene antecedentes de hipertensión, diabetes, episodios previos de angina de pecho o infartos anteriores, o si presenta síntomas como dolor en el centro del pecho, cuello, hombros y mandíbula inferior. Actuar con rapidez puede ser determinante en la atención de un infarto.
Al llamar a emergencias, es esencial proporcionar información clara y concisa para ayudar en la atención inmediata. Como señala el doctor Mármol, "Lo más importante que debe informar es si la persona es un hombre o una mujer, la edad, los síntomas que pueden ser dolor de pecho, sensación de falta de aire, frialdad en las extremidades, también debe informar de forma breve si es diabético, si es un coronario conocido, si es hipertenso, y cuánto tiempo lleva desde el inicio de los síntomas hasta la llamada". Esta información permitirá a los servicios de emergencia prepararse adecuadamente para la intervención.
El tiempo es un factor crucial cuando se trata de un infarto, ya que cada minuto cuenta en la preservación del músculo cardíaco afectado por la falta de circulación. Según el doctor Mármol, "todo el tiempo que se desperdicia por no tener claro qué medidas tomar o no sabe qué hacer es un tiempo perdido en la posibilidad de salvar músculo que está sufriendo falta de circulación con nutrientes y oxígeno".
Por lo tanto, tan pronto como aparezcan los síntomas, no debe transcurrir más de 5 a 10 minutos sin tomar acciones. Si los síntomas no se alivian, especialmente en personas con antecedentes, es fundamental llamar a emergencias, administrar aspirina y recostar al paciente en un ambiente fresco y cómodo, y desajustando la ropa para asegurar que pueda respirar con facilidad.
Finalmente, si usted no es médico y se encuentra ante un posible evento coronario, lo más importante es mantener la calma y brindar seguridad a la persona afectada, indicándole que ya se encuentra en camino el servicio de ayuda asistida. Estas recomendaciones son aplicables tanto en casa, en el campo, como en la playa. Es crucial recordar que "cuanto más tiempo se atrasa la llamada a urgencias más probabilidades de afectación de mayor masa muscular puede perder el corazón para su función", indica el doctor Mármol. Actuar rápidamente puede hacer una gran diferencia en la recuperación.
Hábitos de vida para prevenir un infarto
- Dieta saludable: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas.
- Ejercicio regular: Realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.
- Control del peso: Mantener un peso saludable para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- No fumar: Dejar de fumar para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y respiratorias.
- Limitar el consumo de alcohol: Limitar el consumo de alcohol a no más de 1-2 bebidas al día.
- Gestionar el estrés: Practicar técnicas de relajación, como la meditación, para gestionar el estrés.
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