Postrado en cama
Las úlceras por presión, también conocidas como úlceras por decúbito, son una posible consecuencia de la limitación de las personas a la hora de cambiar de posición.Canva

Cómo reconocer una úlcera por presión

Los talones, los codos, el coxis y los omóplatos son algunas de las zonas que deben revisarse regularmente porque son las más propensas a ese tipo de lesión.

Las personas postradas en la cama a menudo no son capaces de girarse y cambiar de posición por su cuenta. Las úlceras por presión, también conocidas como úlceras por decúbito, son una posible consecuencia de esta limitación.

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Los encargados de cuidarlas tienen que estar atentos y aliviar inmediatamente las zonas de la piel que estén evidentemente sometidas a mucha tensión, aconseja la revista alemana "Senioren Ratgeber", especializada en ancianos.

A veces las manchas rojas de la piel son pequeñas, del tamaño de una moneda. Una prueba de presión muestra si hay riesgo de ulceración y si el paciente debe ser trasladado inmediatamente.

Para ello, hay que pulsar el punto correspondiente durante diez segundos. Se produce un enrojecimiento. Si después de liberar la zona se vuelve más claro en el interior, no hay ningún riesgo. Sin embargo, si se mantiene el color, es una señal de alarma. Entonces es aconsejable aliviar esta parte del cuerpo inmediatamente.

La causa de una ulceración es una circulación sanguínea insuficiente porque el peso del cuerpo presiona sobre ese punto. Los talones, los codos, el coxis y los omóplatos son algunas de las zonas que deben revisarse regularmente porque son las más propensas a ese tipo de lesión. Cuando el paciente está en la posición lateral, hay que fijarse en las orejas, los lados de las caderas y los tobillos.

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Si no se alivian las zonas críticas, pueden formarse ampollas, señala la información. La herida puede infectarse y, en el peor de los casos, se produce una necrosis, es decir, la muerte del tejido que rodea el área afectada. Se trata de casos raros, pero es posible que también se produzca una intoxicación de la sangre.

Cualquier persona que atienda a familiares postrados en casa debería pedir a los cuidadores profesionales que le enseñen a cambiar al paciente de posición, así como a reconocer y evitar las úlceras por presión, recomienda la revista.