Redes sociales: ‘Dulces digitales’ con contraindicaciones
Dificultad de socialización presencial es una de las consecuencias negativas de la hiperconectividad.
Las redes sociales han traído grandes logros positivos a la sociedad y a muchos nos encantan pasar horas y horas en ellas. Sin embargo, según la psicóloga Ana María Plata estas plataformas están fundamentadas en la tecnología de la persuasión y debido a su uso en exceso, las personas están inmersas en una crisis de atención, en la que cada vez es más difícil mantener la concentración en una sola actividad a causa de los estímulos a los que estamos expuestos.
“Cuántas veces no nos ha pasado que en clases o en el trabajo, no es casi imposible no revisar el celular continuamente para averiguar si hay un nuevo post o mensaje. Todos esos refuerzos positivos ofrecen gratificaciones instantáneas al cerebro. La liberación de dopamina continuamente nos podría hacer adictos a las experiencias vibrantes que llegan a través de la pantalla”, recalca Plata.
Más riesgos
Aunque permiten gestionar el aburrimiento y desarrollar la creatividad, cada vez que se siente solo, triste o vacío; su uso puede hacer que desvíe la atención a sus emociones. Además, la experta comenta que las personas pueden volverse propensas a querer organizar sus actividades diarias con el fin de conseguir una foto o video que muestre ‘perfección’, con el objetivo de obtener más likes o comentarios de aceptación social. “La exposición a representaciones idealizadas de la vida de otras personas pueden provocar envidia y la creencia distorsionada de que son más felices y exitosos que uno”. Dificultad de socialización presencial, inseguridad, baja autoestima y sentimientos de aislamiento social son algunas otras consecuencias negativas que acarrea una excesiva conectividad.
¡Póngale un alto a la negatividad!
Leer másHora de un detox
Es probable que lo necesite si responde positivamente la mayoría de estas preguntas: ¿Visita las redes sociales más de diez veces al día? ¿Lo primero que hace al levantarse y lo último al acostarse es mirar el celular? ¿Siente la constante necesidad de comprar cosas, ir de viaje y cambiar su vida para subir fotos a Instagram? ¿No puede dejar de mirar el móvil aunque esté andando por la calle o con amigos? ¿Pasa más de 30 minutos preparando un post?
Cómo lograrlo
Plata recomienda empezar con pequeños ejercicios, por ejemplo: “hoy durante tres horas no revisaré mi teléfono”. De esa manera, logra una autoevaluación para saber cómo se siente y en base a eso poder ir poniendo más límites. Un detox total sería cerrar sus cuentas por un tiempo. ¿Cuándo se podrían reactivar sus redes sociales? No existe un tiempo específico. Podría tomarle unos días, semanas o meses. Lo importante es que entienda que debe poner límites a su uso. “Haga un detox cada vez que lo crea necesario y no olvide establecer un horario según sus necesidades. Recordemos que como toda adicción, hay casos en los cuales se puede llegar a necesitar ayuda profesional y es importante buscarla para recibir el tratamiento pertinente”.