
¿Por qué regalar flores amarillas el 21 de marzo?
Seguramente has visto cómo se ha vuelto tradición regalar flores amarillas en esta fecha. Aquí te explicamos a qué se debe
Regalar flores amarillas se ha convertido en toda una tradición para el 21 de marzo de cada año. Esta popular práctica ha ganado fuerza con el pasar de los años y si tú, al igual que muchos otros te has preguntado a qué se debe este fenómeno, aquí te explicamos cómo se originó y porqué ha ganado tanta popularidad.
El origen de regalar flores amarillas
"Ella sabía que él sabía que algún día pasaría, que vendría a buscarla con sus flores amarillas". Seguramente has escuchado esta frase. Se trata de parte de la letra de uno de los temas musicales de la popular producción argentina Floricienta, que se estrenó en 2005 y que recorrió los televisores de los hogares latinoamericanos.
Esa aspiración de recibir flores amarillas que tenía la protagonista y que su galán finalmente cristalizó en esta historia, fue el punto de partida para esta tradición que ha perdurado por varias generaciones, pues el público ha asociado este gesto con una muestra pura de amor.
Por otro lado, en el hemisferio sur, esta tradición se celebra el 21 de septiembre, coincidiendo con la llegada de la primavera en esa región, donde se encuentra Argentina. Los fanáticos de la serie comenzaron a obsequiar flores amarillas a sus seres queridos como un símbolo de amor, esperanza y nuevos comienzos, hasta que la costumbre se volvió viral en redes sociales y empezó a replicarse en distintos países.
Entonces ¿por qué regalar flores amarillas?
Regalar flores amarillas puede tener diversos significados. En el ámbito del amor, según la canción popularizada por la telenovela argentina Floricienta, representan un gesto romántico y simbolizan el anhelo de construir un futuro junto a la persona amada.
También están relacionadas con la amistad, la felicidad y la juventud, por lo que pueden expresar un vínculo afectuoso entre amigos. Además, se consideran un símbolo de la alegría de vivir, por lo que no es necesario recibirlas como obsequio de alguien más, ya que también pueden ser un detalle especial para uno mismo.
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