Relaciones a distancia, ¿afianzan o destruyen lazos?
Estar separado del ser amado por cientos o miles de kilómetros puede ser una prueba clave para saber qué tan fuerte es o no el amor.
Hoy, 14 de febrero, se conmemora una de las fechas más importantes para los tórtolos de todo el mundo: Día de San Valentín. Aunque muchos de ellos iniciaron el festejo desde el inicio del fin de semana con salidas al cine, cenas románticas o escapadas a la playa… Otros solo tuvieron la opción de celebrar a través de una llamada, mensaje o videollamada.
En pleno siglo XXI son numerosas las parejas que por diferentes motivos (personales, laborales o estudiantiles), uno de ellos tiene que viajar y vivir en un país distinto al del ser amado. Ante esta situación, ¿es posible que la relación sobreviva?
Según un estudio elaborado por la investigadora Crystal Jiang, de la Universidad de Hong Kong, y el profesor Jeffrey Hancock, de la Universidad Cornell (Estados Unidos), las relaciones a distancia no están destinadas al fracaso. Por el contrario, pueden ser más exitosas que las convencionales porque ambos se esfuerzan en comunicarse aún más, y aprovechan el tiempo a solas para su desarrollo personal.
Un ejemplo es el caso de Daniela Cabrera (33) y José David Cassinelli (32), pareja cuya historia de amor es similar a la de muchas películas románticas. Se conocieron en el colegio hace más de 10 años, pero no eran amigos cercanos. En el 2016 cuando ocurrió el terremoto en Ecuador, se volvieron a comunicar porque José David hizo ayuda social y Daniela lo felicitó. Las conversaciones iban y venían hasta que cierto día, y después de tantas negativas, ella decidió aceptar su invitación a salir.
Meses después, le propuso que fuesen novios y desde ahí, la relación marchó. Todo iba bien hasta que, en octubre de 2018, José David le contó que había sido aceptado para estudiar una maestría por un año, en la Universidad Politécnica de Madrid, y que pase lo que pase se iría. “Cuando lo supe me sentí decepcionada porque pensaba que las relaciones de lejos no funcionaban y le dije que lo mejor era que terminemos”, relata. La postura de él era distinta, seguro y confiado le insistió que iba a hacer todo lo posible para que la relación funcione y decidieron intentarlo.
Llegó septiembre del 2019 y José David se fue a vivir a España. Esos meses lejos fueron importantes para que ambos aprendan a autoconocerse e involucrarse en actividades para el crecimiento personal. Eso sí, estos tórtolos nunca dejaron de comunicarse y cuando Daniela fue a visitarlo a Europa a fines de año, una grata sorpresa, preparada en contubernio con su hermana Arlette, la esperaba.
José David le pidió matrimonio en Disneyland París. Justo al terminar el icónico show de luces del parque de diversiones, le dijo: “Cumpliste el sueño de conocer Disney y ahora vamos a cumplir otro sueño juntos”.
A mediados del 2020, su novio regresó al país y la relación marcha viento en popa.
¿Qué aprendió Daniela de esa etapa de separación? Que nunca se deben tomar decisiones apresuradas impulsadas por las emociones, que tampoco se debe frenar al ser amado que quiere crecer profesionalmente, y que cuando uno realmente pone de su parte, la distancia no es un problema.
La boda está prevista para el 14 de agosto del 2021, día de su quinto aniversario. Y usted... ¿Cree en las relaciones a distancia?
En debate
- Cristina Castillo: Para que funcione debe aumentar la comunicación y confianza
“No es fácil, pero sí es posible. Todo depende del tiempo que van a estar separados, el motivo, la distancia y los cimientos de la relación. Puede funcionar si la relación es sana, está consolidada, hay mucha confianza, seguridad y tienen un proyecto en común a largo plazo. Les comparto estos consejos: mantener la comunicación constante (siendo sinceros, haciendo sentir a la otra persona como si estuviesen juntos), recordar que la relación debe ser una de sus prioridades, ser claro de lo que se espera del otro y aprovechar la tecnología para compartir los días buenos o malos. Es importante ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Van a haber momentos en que se sienta triste y querrá ese beso o caricia del otro; pero es ahí cuando debe recordar que es solo una fase y que pronto volverán a estar juntos. Las visitas esporádicas o viajes sorpresas también son de mucha ayuda. Tener una fecha fija de reencuentro hace que la relación cuente con más posibilidades de sobrevivir. Verse todos los días los puede hacer caer en la rutina y terminar aburriéndose. Pero si es cada tres o seis meses, cada experiencia se empieza a valorar aún más. Es prioritario hacer planes para cuando estén juntos, así sabrán que el sacrificio que hacen ahora tendrá su recompensa a largo plazo. Si superan esta etapa, todo va a estar mucho más consolidado...”.
Cristina es psicóloga clínica, máster en Salud Mental y psicoterapias. Cuenta con un posgrado de terapia sexual y de parejas.
- Octavio Huerta: La inseguridad y los celos son recurrentes
“Resulta complicado sobrellevar este tipo de relaciones cuando las personas tienen baja autoestima, una personalidad insegura, duda mucho o se deja llevar por los comentarios de otros. En esos casos no es recomendado porque siempre va a ser susceptible de que existan conflictos y termine sufriendo mucho. Las relaciones a distancia con una separación de varios años generalmente no son lo más recomendado porque son muy difíciles de sostener. Los celos son una de las mayores complicaciones porque piensan constantemente si su pareja está con alguien más. También suele haber sentimientos de tristeza por no poder verse ni compartir experiencias personales, como sí lo hacen el resto de las parejas en su círculo social. Es verdad que la infidelidad depende de los valores de cada uno, pero la distancia hace que se puede estar en un terreno algo más susceptible, y esta se dé con más facilidad. Siempre se puede recurrir a la tecnología, pero el contacto humano afectivo no se puede reemplazar por completo porque la mayoría de las personas necesitan de esa valoración e interacción física. Si ambos tienen dudas, lo mejor es hablar con un terapeuta para repensar lo que se había visto distorsionado por comentarios de otros, y analizar si es posible o no según cada caso. No deben apresurarse a tomar ninguna decisión”.
Octavio es psicólogo clínico. Psicoterapeuta individual y de pareja.