Reyes Magos: misterio, simbología y conexiones eternas
La historia de los Reyes Magos está profundamente arraigada en la tradición cristiana y forma parte de una rica simbología
No eran reyes ni necesariamente tres. Lo único que sabemos con certeza es que eran magos, aunque el significado de este término ha evolucionado a lo largo del tiempo. Los Reyes Magos son figuras que trascienden las fronteras del cristianismo: para algunos tienen un profundo significado espiritual, mientras que para otros representan un aspecto más comercial de las festividades. Sin embargo, todos los esperan tras la Navidad. Exploremos su simbología e importancia para entender por qué, después de tantos siglos, seguimos recordándolos.
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Leer másSi en la época de Jesús se mencionaban magos de oriente, ¿de dónde vendrían? Del imperio persa, que corresponde al actual Irán. El Papa que estableció oficialmente que los Reyes Magos eran tres fue León I, conocido como León Magno. En el siglo V, él determinó el número basándose en los tres regalos mencionados en el Evangelio de san Mateo: oro, incienso y mirra. Esta decisión consolidó su simbolismo dentro del cristianismo. San Mateo tampoco menciona que hayan sido reyes, pero los denomina magos. La Biblia de Straubinger señala que “mago” era el término utilizado para describir a hombres doctos que cultivaban las ciencias, especialmente la astronomía.
Simbología de los regalos
Para Diana Uribe, historiadora colombiana, la leyenda de los Reyes Magos se forjó entre los siglos IV y X, en plena época medieval. Los Reyes Magos adquirieron una simbología trascendental dentro del cristianismo y las religiones del mundo conocido, especialmente aquellas que rendían culto a múltiples dioses. “Los Reyes son de Oriente y son astrónomos, dedicados a estudiar los cielos y las estrellas”, explica. En este contexto, los regalos que llevaron al niño Jesús tienen un profundo significado: el oro simboliza la realeza del niño, el incienso representa su divinidad y la mirra, por su parte, refleja su humanidad.
Según el historiador mexicano Juan Miguel Zunzunegui, el mito de los Reyes Magos es crucial porque esta tradición ayuda a compaginar tres religiones: la judía, la cristiana y la de los antiguos persas. Además, el incienso, de tradición hindú, se quema como ofrenda a los dioses, mientras que la mirra es un bálsamo utilizado para embalsamar. Zunzunegui recuerda que Jesús nació en una región que formaba parte de los dominios romanos, previamente dominados por los griegos. En este contexto, la tradición griega introduce los regalos simbólicos. En el año 288 a.C., Seleuco, un general de Alejandro Magno y primer emperador griego de los persas, presentó una ofrenda al dios Apolo con oro, incienso y mirra. Es decir, estos símbolos ya estaban presentes antes del nacimiento de Jesús.
Uribe comenta que cada uno de los Reyes llevaba no solo un regalo, sino también una pregunta en su corazón: “Gaspar, originario de los reinos de Nubia, en África, al sur de Egipto, seguía la estrella en busca del significado del amor. Melchor, procedente de Asia y fascinado por el arte griego, se cuestionaba cómo una religión sin imágenes podía compaginar con el arte. Y Baltasar, europeo, enfrentaba el dilema del poder. Su pregunta giraba en torno al equilibrio entre el corazón y los deberes de un gobernante”.
Significado de los personajes
Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecen por primera vez en el siglo VI, en un mosaico de una iglesia en Rávena, Italia. Para Uribe, inicialmente los Reyes Magos representaban las tres razas de la Tierra. Más tarde, en el siglo XV, se les atribuye la representación de las tres razas más importantes del mundo conocido: África, Asia y Europa. Posteriormente, encarnaron el pasado, el presente y el futuro, y finalmente, las etapas de la vida humana: la juventud, la madurez y la vejez.
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Leer másMás allá de si existieron o no, Zunzunegui considera fascinante cómo se forjó el mito religioso. “Todo es un relato simbólico que lo más seguro es que no haya sucedido. El objetivo de esas narraciones es impartir enseñanzas religiosas y sagradas, no ser una clase de historia”. Actualmente, algunas religiones como la copta o la siria hablan de 12 Reyes Magos. “Tres y doce son números cabalísticos”, explica. El número 3 representa la Trinidad, una forma en que el cristianismo entiende a Dios, mientras que el número 12 alude a las doce tribus de Israel y los doce apóstoles.
Por último, Zunzunegui explica que “la palabra mago viene del sánscrito y significa ilusión”. En la tradición persa, se considera que el mundo es una simple ilusión y que hay que ver más allá para reconocer que detrás de todo existe un único Dios. Así, los magos son en realidad sacerdotes persas que, al observar las estrellas, reconocen que ha nacido una persona muy importante. Pero queda una pregunta abierta: ¿Por qué unos magos, sacerdotes o sabios de oriente viajarían a visitar a este niño recién nacido?
Tal vez la respuesta está en que el dios principal de Persia, Ahura Mazda, era considerado el creador del universo y, ya desde el siglo VII a.C., se hablaba de que este dios enviaría un salvador al mundo. Por su parte, los antiguos escritos judíos también profetizaban la llegada de un mesías. Así, estos personajes sirven como puente para unificar la creencia de Jesús, el Salvador o Mesías, en la religión naciente.
Historia de las reliquias de los Reyes Magos
La Catedral de Colonia, ubicada en Alemania, es mundialmente conocida no solo por su imponente arquitectura gótica, sino también por ser el lugar que resguarda las reliquias de los Reyes Magos. Según la tradición, estos restos llegaron a Colonia en el siglo XII, convirtiéndolo en uno de los destinos de peregrinación más importantes de Europa durante la Edad Media.
La Catedral de Colonia comenzó a construirse en 1248, precisamente para albergar estas preciadas reliquias. Su construcción se prolongó por más de seis siglos, hasta su finalización en 1880. Es una de las iglesias góticas más altas del mundo, con torres que alcanzan los 157 metros. El interior de la catedral posee vitrales que narran historias bíblicas y un ambiente solemne que inspira a los visitantes. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Las reliquias fueron trasladadas desde Milán a Colonia en 1164 por orden del emperador Federico Barbarroja, quien las entregó al arzobispo Rainald von Dassel. Este hecho consolidó la importancia religiosa y cultural de la ciudad. Las reliquias fueron colocadas en un relicario impresionante, conocido como el "Relicario de los Reyes Magos", elaborado entre 1190 y 1225. Este relicario es una obra maestra del arte medieval, fabricado en oro y decorado con piedras preciosas y esmaltes.
El relicario tiene forma de basílica y está considerado como el relicario más grande de Occidente. Representa escenas de la vida de Cristo y de los Reyes Magos, destacando su importancia como símbolo de la unión entre las naciones y las culturas cristianas de la época. Su diseño detallado y la riqueza de sus materiales reflejan la devoción y el poder de la Iglesia durante el periodo medieval.
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